Las carteras Jackie Smith volvieron a complicar a la ex secretaria de Ordoqui

Ratificaron un dato que aportó Lidia Perna: Mercado cambió en un local de la firma una nota de crédito que le dio la “arrepentida”

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La situación procesal de la ex secretaria de la Sala 5 de Casación, Eugenia Mercado, es cada vez más complicada: representantes de la firma Jackie Smith confirmaron a la Justicia que adquirió una cartera de esa marca haciendo efectiva una nota de crédito que estaba a nombre de Lidia Perna, imputada arrepentida en la causa que investiga la presunta concesión de favores judiciales a cambio de dinero.

“Perna declaró, entre otras cosas, que le entregó a Mercado una nota de crédito por una cartera que había comprado para ella misma y tuvo que devolverla por una falla, pero había que confirmarlo”, dijo una fuente con acceso a la causa, antes de asegurar que la información fue avalada por esa exclusiva firma de accesorios.

Según el mismo vocero, para que tengan validez, los datos de un arrepentido deben chequearse por distintas vías. Y hasta ahora “todos fueron verificados”, como aquella reunión en un bar de diagonal 74 y 19, en septiembre del año pasado, en la que Perna habría puesto 30 mil pesos dentro de la mochila de Mercado, como una suerte de “indemnización” por el recorte salarial que había sufrido la ex funcionaria involucrada en la denuncia.

La mochila, curiosamente, también era una Jackie Smith, y fue de la partida -según la declarante- el suspendido camarista Martín Ordoqui, imputado en la misma causa junto al sindicado operador judicial Enrique Petrullo y el “jefe” de Perna, Ariel Heine.

Es que una vez que la Suprema Corte bonaerense suspendió a la secretaria de Ordoqui le recortó su sueldo en aproximadamente 30 mil pesos, cifra que “el propio camarista habría negociado con Heine a través de Perna, para que sirviera como compensación” por las “molestias”. “Esto planeaban hacerlo todos los meses, pero después Perna y Heine fueron detenidos”, amplió la fuente.

Hace un par de meses Perna pidió convertirse en una arrepentida en la causa que instruye la fiscal Betina Lacki, contexto en el cual debió detallar durante ocho horas datos importantes sobre montos de dinero y regalos que habrían operado como mecanismo de acceso a fallos redactados “a medida”.

El tiempo que demandó su testimonio permite inferir que hay mucha información por validar. Sobre eso están trabajando los pesquisas.

Como se ha venido informando, la causa arrancó con una denuncia que magistrados de Cañuelas hicieron ante la Suprema Corte, en relación con manejos judiciales que tenían como protagonista a Heine, condenado a siete años y medio de prisión como integrante de una banda de ladrones rurales que actuó en la zona de Brandsen a fines de la década del 90.

Tiempo después lo procesaron por usurpar campos y casas en San Vicente, propiedades que ponía a la venta en inmobiliarias que él mismo montaba, según la información oficial. Por estas acusaciones lo detuvieron en mayo de 2012, aunque no estuvo mucho tiempo preso.

Supuestamente limó los barrotes de la celda de la comisaría de San Miguel del Monte donde lo alojaron junto con otros 16 presos que permanecieron donde estaban.

Ya prófugo, montó una inmobiliaria en Adrogué, contaron voceros judiciales, hasta que en 2013 lo atraparon de nuevo.

La sospecha más firme es que Petrullo asesoró a Perna para que gestionara con Ordoqui una medida de morigeración para Heine, negociación que él habría realizado a través de WhatsApp o Telegram. En esos intercambios aparece el correo de Mercado.

Los magistrados de Cañuelas que seguían de cerca estos movimientos los comunicaron a la Corte provincial, que trasladó la información a la fiscal que ya tenía apuntado a Ordoqui por la megacausa: Betina Lacki. A diferencia de Heine, Mercado y Petrullo, Ordoqui está libre porque tiene fueros, ya que el jury sigue pendiente.

 

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