El oficio de Crusaders fue demasiado y Jaguares se quedó en la final
| 6 de Julio de 2019 | 08:05

Por RODRIGO CHAGARAY
En el marco de la gran final del Súper Rugby Jaguares cayó frente a los poderosos Crusaders por 19-3 en un encuentro disputado en el Orangetheory Stadium de la ciudad de Christchurch ante una multitud que vibró con 80 minutos del mejor rugby del mundo.
Y el arranque del partido mostró a los dueños de casa hacerse dueños del trámite con un dominio territorial casi absoluto, pero que fue contrarrestado con una defensa fenomenal del equipo argentino. Así se consumió el primer cuarto de hora con el marcador en blanco y solo fue a los 15’ en la primera aproximación de Jaguares que Tito Díaz Bonilla con un penal, abrió el marcador.
Sin tener pelotas de calidad en la obtención, la franquicia argentina se las arregló solamente con la defensa para mantener a raya a un equipo muy inteligente que no solo se adapta a las virtudes del rival que tiene enfrente, sino que las anula y a partir de ahí, crece.
Porque en una pelota suelta en mitad de cancha que perdió Matías Moroni, el capitán kiwi Sam Whitelock corrió treinta metros sin oposición para habilitar al hooker Codie Taylor que apoyó en el in goal de Jaguares.
La conversión de Richie Mo’unga, ahora sí le dio la ventaja al local en 26’ y fue justa por la contundencia y el aprovechamiento de las oportunidades.
Entonces Jaguares salió del asedio y buscando meterle velocidad a todos los movimientos fue; primero con un penal que debieron patear a los palos, dónde buscaron el touch para después perderla y después cuando Matías Moroni se relamía con su try, llegó el manotazo salvador de un jugador local que le hizo perder dentro del in goal mismo, el control al ex jugador de CUBA.
Ya con tiempo cumplido y cuando todos esperaban que Crusaders pateara la pelota afuera, salieron de su propias 25 yardas jugando hasta lograr un penal en mitad cancha que con la efectividad de Mo’unga pusiera todo 10-3 a favor del campeón. Y con esa chapa se fueron a los vestuarios.
SUPREMACÍA COLORADA
El segundo tiempo más allá de otras dos oportunidades perdidas en buenas jugadas de Matías Moroni, mostró a Crusaders siendo muy oportuno y pos sobre todo, contundente. A los 14’ otro penal de Mo’unga para seguir desnivelando y a partir de ahí el oficio del bicampeón pareció ser mucho para el buen equipo argentino que se defendió como pudo.
Crusaders ganó la pulseada psicológica, se sostuvo y Jaguares no pudo hacer nada. Los minutos pasaron con otros penales de Mo’unga y lentamente la final se fue tiñendo de rojo hasta que el sudafricano Jaco Peyper marcó el final.
Los neozelandeses le pusieron una barrera a la ilusión argentina después de una gran campaña, que de seguro tiene que ser una plataforma para que el rugby argentino siga creciendo. Jaguares se que quedó con el subcampeonato ante unos Crusaders que continúan agigantando su leyenda, son tricampeones y obtuvieron la 10° corona para ser los más ganadores de la historia.
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