Preocupa la suba en el consumo de drogas sintéticas
Edición Impresa | 1 de Agosto de 2019 | 01:40

La sucesión de casos de muerte de personas por consumo de drogas, jóvenes la mayoría de ellas y como consecuencia de haber ingerido drogas sintéticas y variedades aún más peligrosas –entre otros episodios registrados, el del fallecimiento de una marplatense de 19 años de edad que sufrió un shock al consumir pastillas de éxtasis en un recital de música electrónica que se realizó en Palma de Mallorca, lo que derivó en un fallo multiorgánico- pone otra vez sobre el tapete el tema del crecimiento exponencial del consumo de drogas de alto poder.
Tal como se informó en este diario, en las últimos tiempos se conocieron casos similares en Arroyo Seco, en fiestas electrónicas realizadas en la capital de Córdoba, en la Ciudad de Buenos Aires y en otras localidades del país.
A esta sucesión de muertes se suman otros datos que aumentan la preocupación por las drogas sintéticas Uno de ellos surgió de un informe de la Sedronar difundido a principios de este año, que indicó que entre 2010 y 2018 el consumo de éxtasis entre chicos de entre 12 y 17 años creció un 200 por ciento. Y no sólo eso. En el mismo lapso, la edad de inicio en esta droga, según el mismo informe, bajó de los 16 a los 14 años y medio.
El otro dato que preocupa a los especialistas tiene que ver con la investigación de la muerte de la joven marplatense en España. Una de las primeras hipótesis que se manejaron en este caso apunta a la presunta adulteración de la pastilla que la chica había consumido, según se presume, con veneno para ratas. Sin embargo, otra hipótesis tiene que ver con una situación que se denuncia desde ONGs europeas dedicadas a la reducción de daños desde 2016: la presencia de pastillas de mayor poder en el mercado internacional, con una concentración de MDMA (el principio activo del éxtasis, una metanfetamina) más de dos veces mayores que la dosis recreativa promedio.
Sin duda que en nuestra zona debe preocupar ahora la expansión de las drogas sintéticas desde las fiestas electrónicas hacia nuevos ámbitos como fiestas clandestinas y reuniones privadas. Asimismo, cabría recordar que en los procedimientos enmarcados en últimos operativos se secuestraron numerosas dosis de éxtasis, LSD, marihuana, cocaína, popper y ice cristal. A su vez, se habla ahora de una sustancia conocida como “flakka” en los centros vacacionales, una alternativa sobre la que alertó la Asociación Antidrogas de la República Argentina. La advertencia fue hecha después de que, recientemente, se registrara en el Gran Buenos Aires la presencia de esta sustancia, conocida popularmente como la droga zombie.
No debiera ser necesario aludir a los gravísimos riesgos que corren los chicos al consumir drogas sintéticas, ya que, en opinión de los especialistas en adicciones, su uso se asocia a trastornos psiquiátricos, neurológicos y cardíacos que incluso pueden llevar a la muerte. Lo cierto es que las drogas de diseño llegaron al país en los años ´90, lo hicieron para quedarse y su consumo se expandió al punto de convertir a la Argentina en uno de los países que más la consume en la región.
La sociedad espera y necesita no sólo un cuadro normativo coherente en todo el país, que apunte no sólo a evitar la irradiación de un consumo que, está demostrado, puede ser letal, sino que se intensifiquen campañas en la población, encaminadas a poner en claro los gravísimos riesgos potenciales que corren cada fin de semana los miles de jóvenes que colman los lugares de esparcimiento y que pueden ser captados por las redes que buscan promover las adicciones.
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