Una vieja pelea que tensa las expectativas del resultado

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Por DANIEL GÓMEZ

dgomez@eldia.com

No es de ahora pero se profundizó en los últimos años. La disputa por los resultados y los tiempos del escrutinio provisorio siempre dejan tela para cortar. En primer lugar hay que remarcar que está a cargo el Poder Ejecutivo de turno y de ahí que la oposición siempre tenga dudas y reparos como se lleva adelante. En segundo lugar que ese recuento de votos que comienza ni bien cerradas las urnas, no es el legal. El válido es el escrutinio definitivo que realiza la Justicia días después con el acta, el telegrama y el certificado original, que contienen los números de los sufragios de cada una de las mesas de todo el país. Pero se creo para que el mismo domingo se tenga un resultado preliminar del comicio. Y después en la Junta Electoral discutir voto por voto.

Las demoras en conocerse los primeros cómputos en sí ya es una polémica. El antecedente inmediato son las últimas PASO, que cerca de la medianoche sólo había sido escrutado apenas un 8 por ciento de las urnas de todos el país.

En estas Primarias casi sin internas, que al fin y al cabo se parecen más a una gran y millonaria encuesta, se agregó un ingrediente a la controversia de cada elección. Para apurar el trámite, el Gobierno decidió contratar una empresa venezolana (Smarmatic) que mediante un sistema informático cargará los telegramas de cada urna y lo enviará al centro de cómputos nacional. No pasan por el Correo.

El primer simulacro con el nuevo sistema falló y la oposición comenzó a poner el grito en el cielo y llevó sus reclamos a la Justicia. En la segunda prueba las cosas cambiaron, para mejor, y el Ejecutivo salió con los pies de punta a defender este nuevo proceso, que debería traer más rapidez y una tendencia definitiva, a más tardar a la medianoche. Un deseo de todos.

 

 

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