Hartos de padecer robos, vecinos del parque San Martín se reunieron con policías
Edición Impresa | 12 de Agosto de 2019 | 03:04

El asalto en “Watts”, la casa para audio y alarmas de vehículos ubicada en 28 entre 56 y 57, ocurrido el viernes 24 de mayo pasado, fue el “punto de partida” para los vecinos de esa cuadra. Es que, a partir de ese hecho, se sucedieron al menos seis más en un radio de tres cuadras a la redonda, el último hace poco más de una semana.
Luego tendría lugar el escruche en una casa particular lindera al comercio mencionado y, a partir de ese robo, empezó una suerte de movilización “interna” con grupos de WhatsApp.
Cuando la situación empezó a escalar (con dos entraderas y otros tantos atracos callejeros), lo que había sido un tímido acercamiento se transformó con rapidez en una comunión entre frentistas. En cuestión de horas se decidió convocar a todos los afectados, colocar la alarma vecinal y mantener encuentros casi diarios.
“El paso siguiente fue invitar a una reunión entre” todos los moradores de la cuadra “y las autoridades policiales de la Comisaría Quinta”, explicó Bárbara, una de las 13 personas que el sábado a la mañana participaron del encuentro.
Según le relataron a este medio, se trata de un barrio “tranquilo”, en el que no están “acostumbrados a tener tantos casos de inseguridad, menos tan seguidos unos de otros”, señalaron.
Por ese motivo, el jueves de la semana pasada elevaron una nota al titular de la Comisaría Quinta, Juan Soler, en la requerían su presencia “para conversar respecto a los crecientes hechos de inseguridad que se viven en el sector”.
“Buscamos conocer al encargado de cuidar a nuestras familias y que, por otro lado, usted conozca a quienes tiene a su cuidado. Debido a la repetición de asaltos y escruches que se registraron en los últimos dos meses, decidimos colocar una alarma vecinal y mantener un contacto fluido entre nosotros”, expresaba la misiva.
Soler no pudo acudir por estar compelido a las tareas relacionadas con las elecciones, pero sí concurrieron el Jefe de Calle y el oficial de turno. En ese sentido, los asistentes le revelaron a EL DIA que “se habló por una hora más o menos, y más allá de las conclusiones que tenga cada uno creemos que es positivo que la Policía se acerque y que sepan cuál es nuestra preocupación”.
“Creo que el encuentro fue muy productivo desde varios puntos de vista: en primer lugar, por darnos la posibilidad de conocernos más e identificar las diversas situaciones de inseguridad que hemos estado viviendo, en segundo lugar, porque nos permitió entrar en contacto con las fuerzas de seguridad que nos tienen a su cargo, y en tercer lugar, porque favoreció la posibilidad de diseñar estrategias de seguridad, prevención y control entre nosotros”, comentó Bárbara.
Por su parte, Celeste y Marcos refirieron que “para mí quedó más que claro la imposibilidad física que tiene la Policía para poder realizar tareas de prevención, dejándonos como única opción la de cuidarnos entre nosotros”.
En tanto, Nelba manifestó que la entrevista fue “muy buena debido a que se expusieron los problemas comunes que tenemos con respecto a la seguridad y nos permite afrontarlos en común”.
En 57 y 26, cuatro hombres tumbaron una puerta a patadas y asaltaron a una familia
Miguel resaltó que “antes veíamos móviles patrullar la zona, tanto de la (Comisaría) Quinta como de la Cuarta, con algunos apostados en 52 de 27 a 29. Ya no se ven más, y por lo que nos dijeron tiene que ver con la falta de mantenimiento de los coches”.
“Ahora con las luces led la calle está más iluminada. Vamos a poner la alarma vecinal y eso también suma, pero sabemos que no detiene a los delincuentes. Necesitamos que los responsables arreglen los autos que están estacionados en la puerta de la dependencia para que los puedan utilizar”, señaló Marcelo.
Viviana también definió la reunión como “muy positiva” y sostuvo que “me dio la posibilidad de conocer a mis vecinos y de enterarme de hechos y situaciones que desconocía. Establecer un vínculo con los vecinos ayuda muchísimo”.
DE MAYO A JULIO
Como se dijo, desde mayo en ese sector de la Ciudad se registraron episodios delictivos bajo diversas modalidades.
El primero sucedió el 24 de mayo a las 18.58 de la tarde, dos minutos antes del cierre del negocio. El propietario le contó en aquella oportunidad a este medio que “yo estaba sacando la camioneta para que mi papá pudiera entrar la suya” cuando “de la nada” aparecieron dos desconocidos. Entraron a la carrera y el que estaba armado apuntó al padre del dueño, de 77 años. “Me dijo que el diera todo lo de valor que tenía y dudé un segundo. Cuando vi que le estaba por pegar a mi viejo le entregué lo que tenía en el bolsillo”. Mientras tanto, el cómplice “preparó dos cajas con mercadería” que se llevarían luego.
El seis de junio, en una papelera emplazada en 57 entre 26 y 27, dos sujetos armados ingresaron a las 12.30 y obligaron a los clientes a permanecer tirados en el piso. En medio del revuelo que causaron, lograron huir con algunas pertenencias y las llaves de una camioneta, pero debieron abandonarla a los pocos metros para continuar la fuga a pie.
Por último, el 12 de julio a las 19.30 cuatro individuos derribaron la puerta principal de una vivienda en 57 entre 26 y 27. Estaban armados y con los rostros cubiertos. Golpearon a los moradores, sustrajeron elementos de valor y huyeron en un Ford Focus blanco.
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