En Estambul, los penales hicieron festejar a Liverpool

El ganador de la Champions remontó el marcador de una final que comenzó un gol abajo, y tras el alargue, no falló desde los 12 pasos

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Liverpool derrotó 5-4 a Chelsea en el desempate con remates desde el punto del penal, tras igualar 2-2, una final que incluyó un tiempo suplementario de media hora, pues los primeros 90 minutos reglamentarios finalizaron 1-1, y obtuvo la Supercopa de Europa, trofeo que disputaron ambos equipos de Inglaterra, ganadores de la Champions League y Europa League, respectivamente.

El senegalés Sadio Mané , a los 3 minutos del segundo tiempo, y a los 5 del primer tiempo del alargue, marcó los goles de Liverpool; mientras que el francés Olivier Giroud, a los 36 minutos del primer tiempo, y el italiano Jorginho, de penal, a los 11 del primer tiempo del suplementario, los de Chelsea.

En la tanda de penales, para Liverpool convirtieron los brasileños Roberto Firmino y Gabinho, el belga Divock Origi, Trent Alexander-Arnold y el egipcio Mohamed Salah.

Para Chelsea lo hicieron Jorginho, Ross Barkley, Mason Mount y el italiano Emerson, y Tammy Abraham falló el quinto penal, que tapó el arquero.

El partido se desarrolló en el estadio Vodafone Park de Estambul, Turquía, propiedad del club Besiktas, y fue arbitrado por la francesa Stéphanie Frappart.

Para Liverpool esta fue la cuarta Supercopa de Europa, tras las consagraciones de 1977, 2001 y 2005, y en lo que respecta al desarrollo de la final, Chelsea impuso condiciones en los primeros 45 minutos, tras lo cual Liverpool equilibró un partido muy intenso y entretenido.

Respecto de la actuación de la terna arbitral de mujeres, comandada por Stéphanie Frapart, resultó verdaderamente sólida, con un par de situaciones verdaderamente complicadas.

Una falta de Van Dijk en el minuto 4, en el que el holandés bloqueó un pase de Giroud, suscitó unas momentáneas dudas porque la colegiada pitó falta, pero no sacó amarilla. Mayor fue la polémica en las redes sociales cuando Sadio Mané se arriesgó a una chilena y dio con la pelota en el brazo de Christensen.

Los seguidores de Liverpool reclamaron mano penal, pero la francesa no lo consideró: las nuevas reglas establecen que sólo se penaliza si los brazos no están en “silueta habitual”.

En el minuto 40 anuló un gol de Pulisic por fuera de juego, y el VAR le dio la razón.

La decisión más polémica fue el penal que pitó en la prórroga, castigando al arquero de Liverpool (el español Adrián) cuando se tiró a los pies de Abraham, que permitió la inmediata igualdad 2-2 de Jorginho.

 

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