San Carlos cambió a tiempo y su debut fue con el pie derecho
Edición Impresa | 17 de Agosto de 2019 | 06:18

Por LEANDRO DUBA
Para Villa San Carlos, lo que cuesta, vale. Y vaya si lo es... Tuvo que trabajar más de lo pensado para abrochar ante Justo José de Urquiza el primer éxito de la temporada. Lo terminó ganando de manera inobjetable, más allá de que el resultado fue apretado.
Por ser el primer partido, el Celeste fue de menor a mayor. Dejó algunas cosas para corregir, es cierto, pero lo importante es que los tres puntos se quedaron en casa.
San Carlos arrancó el partido con las ilusiones renovadas. Después de haber recuperado su vacante en la B Metropolitana, ahora el nuevo proyecto de trabajo apunta, en esta etapa inicial, a mantener la categoría. Y en ese sentido, el equipo respondió a las expectativas. No jugó en gran nivel, pero ganó, que es lo que más importa. Lo demás se irá corrigiendo a medida que el grupo se vaya adaptando a las exigencias mismas de la competencia.
El primer tiempo fue un verdadero fiasco. El Celeste se plantó con un 4-3-3, aunque por momentos, terminó siendo un 4-3-1-2.
Fueron prácticamente intrascendentes porque se intentó jugar por abajo y lo consiguió a cuenta gotas, sobre todo, cuando apareció Lugones o Alegre (volcado por izquierda), con algunos chispazos.
Jota Jota fue ordenado, de oficio, que trabajó bien el partido a partir del desempeño de Sergio Acosta y de Kevin Dubini.
Sin embargo, y a pesar de la propuesta de uno y otro, los dos no estuvieron finos en los metros finales y terminaron jugando lejos de los arcos. Las más clara, quizás, fueron una avivada de Miranda, pero la pelota se fue desviada. Y un bombazo de Alexis Alegre que se perdió cerca del palo derecho.
ACERTÓ CON LOS CAMBIOS
En la parte complementaria, San Carlos siguió de la misma manera, hasta que el Flaco Vivaldo se dio cuenta que de esa forma no se podía ganar. Mandó a la cancha al paraguayo Portillo (por el Bebu Luna, que aportó poco y nada), y esto, le dio otra frescura al ataque. Además, optó por Matías Sproat en el medio (hacia la izquierda), en lugar de Wilson Altamirano, de flojo debut. Esto permitió que Oroná se afirmara mejor en el medio, con Alegre, ahora volcado a la derecha y con el propio Sproat tirado hacia el sector opuesto. El gol llegó por arriba, centro de Massi y Portillo, ganándole a todos metió un frentazo ganador. San Carlos ganó, pero no le sobró nada.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE