Dimitió el primer ministro y se agrava la crisis política en Italia

Conte hizo el anuncio ante el Parlamento, donde cuestionó duramente al líder de la ultraderecha y ex socio en el gobierno, Matteo Salvini, a quien calificó de “irresponsable”

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ROMA

El primer ministro italiano Giuseppe Conte (55) renunció oficialmente ayer a su cargo tras el divorcio definitivo entre el antisistema Movimiento 5 Estrellas y la ultraderechista Liga de Matteo Salvini.

La renuncia, anunciada pocas horas antes en las dos cámaras del Parlamento, fue presentada por Conte ante el presidente de la República, Sergio Mattarella, tras la crisis de gobierno desatada por Salvini, quien ejerce también como ministro del Interior.

El presidente deberá explorar ahora las posibles salidas a la crisis a través de dos días de consultas con las fuerzas políticas que se iniciarán hoy.

Se barajan muchas hipótesis, entre ellas la posibilidad de un nuevo gobierno liderado por Conte que evite el aumento previsto del IVA y elabore los presupuestos para el año 2020.

“Asumo la responsabilidad ante el país, dado que a Salvini le falta ese coraje y ha demostrado falta de lealtad”, anunció Conte ante los diputados pocas horas después de haber anticipado su renuncia ante el Senado. “El gobierno se acabó”, decretó Conte ante los senadores en un discurso enérgico, claro y directo, interrumpido por aplausos y gritos de protesta.

El primer ministro criticó duramente al líder ultraderechista de la Liga por su comportamiento político, que tildó de “irresponsable” y “oportunista”, que “no respeta las reglas” y que usa en forma inadecuada los símbolos religiosos en manifestaciones políticas.

Al socio en el gobierno por 14 meses, a quien llamó en varios ocasiones “querido Matteo”, lo acusó de haber remado siempre en contra de la coalición pactada hace 14 meses entre la Liga y el antisistema Movimiento 5 Estrellas. “En muchas ocasiones invadió el campo de otros ministros, los criticó y quebró la unión del equipo de gobierno”, resumió el primer ministro.

El complicado acuerdo entre la Liga y el M5E se quebró definitivamente después de la crisis desencadenada el 8 de agosto por Salvini, al pedir elecciones anticipadas aprovechando la notable popularidad alcanzada.

Por su parte Salvini respondió con un discurso con tono de propaganda desde las bancas de su partido y en varias ocasiones fue interrumpido. “No me arrepiento de nada”, dijo, tras gritar que representa a “un pueblo soberano”, que “no teme nada”, “libre”, suscitando la ira de buena parte de los senadores.

“Hace semanas, creo meses, que ya pensaban en cambiar alianza”, acusó Salvini, al denunciar la posibilidad de que nazca un nuevo gobierno con otra coalición de la que formaría parte el M5E, vencedor de las elecciones de 2018 con el 32% y el Partido Democrático (centroizquierda), segundo con el 18%.

La crisis desatada en pleno verano boreal, no solo generó preocupación por la estabilidad económica, sino que terminó por acercar a dos formaciones políticas hasta ahora rivales, en una alianza que podría frenar el impresionante avance de Salvini y su política de extrema derecha.

“Temen perder las bancas con elecciones anticipadas”, reaccionó con su habitual tono arrogante Salvini, quien siguió ofreciendo un “gobierno fuerte” a sus aliados y pidió, como es su costumbre, la protección de la virgen María y San Juan Pablo II mientras exhibía un rosario.

DELICADA FASE POLÍTICA

La renuncia del primer ministro Conte, un abogado sin experiencia política, abre una fase política delicada, marcada por las negociaciones. “Conte, Italia te ama”, rezaba una pancarta ante el Parlamento poco antes de que compareciera ayer en el recinto.

En una carta abierta, el otrora abogado cercano a la izquierda aclaró su posición, contraria a la política anti inmigración de Salvini y al cierre de los puertos a los barcos humanitarios.

“Conte es una perla rara que Italia no puede perder”, escribió en Facebook Luigi Di Maio, líder del M5E.

Varios dirigentes históricos de centroizquierda de distintas corrientes consideran que hay que aprovechar la ocasión para formar un gobierno sólido, de corte progresista, con el apoyo de la Unión Europa, que ofrezca una respuesta al fenómeno de la inmigración, al desempleo de los jóvenes y a la deuda pública.

“Un acuerdo entre el M5E y el PD puede ser una solución aún para gente como yo que en el pasado ha tenido muchos problemas con ellos”, reconoció el ex primer ministro de centroizquierda Matteo Renzi.

Sin recorrido político, Conte pasó en poco más de un año de ser una figura casi desconocida para la opinión pública italiana, a líder clave por su sobriedad, equilibrio y respeto de las reglas. “El problema son las bases de los dos partidos, en algunos casos hostiles”, escribió Luca De Carolis del Fatto Quotidiano, quien sigue al M5E desde su fundación. (AFP, AP y EFE)

 

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