Podemos aprender cosas nuevas cuando soñamos
Edición Impresa | 25 de Agosto de 2019 | 05:53

“Dulces sueños” es la frase típica que se desea a otro cuando se va a dormir. Y es que soñar por la noche es muy normal, y no poder recordar qué soñamos cuando nos despertamos tampoco es raro. Pero si se tienen lindos sueños, es mejor. Sin embargo, a veces queremos recordar los sueños, que nos hablan de nuestras vidas y de los momentos por los que estamos pasando desde otros ángulos.
Y si bien no es soplar y hacer botella, hay modos de entrenar esa retención de sueños.
El cerebro no se toma nunca una pausa. Está activo las 24 horas del día, incluyendo la noche. ¿Cómo se desarrolla esa “vida nocturna” del cerebro? Va variando de acuerdo a “los ciclos que va haciendo el cuerpo a lo largo del sueño”, explica el pediatra Alfred Wiater, que trabaja en un instituto de investigación alemán dedicado a estas cuestiones.
En un primer momento todas las personas, al quedarse dormidas, entran en una primera etapa del sueño. El cuerpo se relaja, el cerebro trabaja poco, los sueños en esas fases son breves y abstractos. Luego comienza la fase de sueño REM. Se llama así por el inglés “Rapid Eye Movement”, el Movimiento Rápido de Ojos con párpados cerrados. “Los sueños más intensos se producen en esta fase”, explica Wiater.
¿Y qué soñamos? “Por lo general continuamos elaborando cosas que nos dejaron pensando durante el día”, explican los especialistas. Puede que soñemos algo que reconocemos, pero también puede suceder que las imágenes que nos ofrece la mente durante le sueño tengan poco que ver con las experiencias de nuestro día.
Los expertos consideran que vale la pena reflexionar sobre los sueños, porque somos capaces de aprender cosas nuevas de nosotros mismos, incluso cuando son sueños “pesados” o difíciles de digerir.
Cuando tenemos una pesadilla que vuelve una y otra vez, hay especialistas que están convencidos de que se debe a una historia que se nos ha fijado en la memoria. La pesadilla puede de pronto cobrar vida propia, desprendiéndose de lo que fue en un primer momento su disparador. En esos casos, podemos actuar para ver qué es lo que está sucediendo, explican los especialistas.
El cerebro no se toma nunca una pausa. Está activo las 24 horas del día, incluso por la noche
Y si no recuerdas nunca tus sueños, se puede entrenar para poder hacerlo. Por ejemplo, puede ayudar si uno se concentra antes de quedarse dormido y piensa lo mucho que quiere recordar el sueño. También es muy útil tener cerca de la cama una libreta y una lapicera para anotar rápidamente lo que uno recuerda al despertar.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE