Asistimos a una reorientación del negocio de las tabacaleras

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ANDRÉS ECHAZARRETA (*)

Médico neumonólogo

Por primera vez en la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo llevada adelante por la Secretaria de Salud de la Nación en 2018 aparece con un 1,1% el consumo de cigarrillo electrónico. Si bien en la misma encuesta se observa una reducción del tabaquismo tradicional al 22.2%, la aparición de esta nueva adicción, más frecuente entre los jóvenes, supone un desafío para el sistema sanitario.

Los neumonólogos argentinos, a través de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, ya hemos manifestado nuestra opinión al respecto alertando acerca de los efectos nocivos que puede tener la utilización del cigarrillo electrónico. En ese sentido asistimos a una reorientación del negocio de las empresas tabacaleras, principales fabricantes de los cigarrillos electrónicos.

Los cigarrillos electrónicos no son inocuos como se los quiere hacer aparecer, prueba de ello son los casos de deterioro pulmonar debido a su utilización cada vez más frecuente. Y la estrategia de los desarrolladores de los mismos apunta a los jóvenes para aumentar sus ventas en un paradigma de marketing de libro.

Las autoridades políticas y sanitarias, personal de Salud, padres y la sociedad en su conjunto deberán atender este incipiente problema para que no ocurra lo mismo que con el tabaco tradicional, causante de miles de muertes anuales por enfermedades cardiovasculares y respiratorias entre otras.

(*) Especialista en Medicina Respiratoria, jefe del Servicio de Neumonología del Hospitala San Juan de Dios de La Plata, experto en Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

 

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