Los vecinos quisieron quemar la casa, pero la abuela les pidió tiempo para “sacar los muebles”

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Verónica tiene 40 años y es la abuela de los dos nenes que padecieron en carne propia esta tremenda historia, la chiquita como víctima de un ataque sexual despiadado y su hermanito como rehén de un sujeto que, al menos en los papeles, es su padre.

“Cuando nos enteramos de que los vecinos querían prender fuego la casa vinimos enseguida y hablamos con algunos de ellos, para poder salvar los muebles. No sé si la incendiarán o no”, aclaró la mujer ya en horas de la tarde, flanqueada por colchones, camas y modulares de pino.

Verónica aclaró también que la propiedad no es del detenido, “sino de una mujer” que nada tiene que ver con todo esto, por lo que, reflexionó, “sería injusto que se la quemaran”.

Además de ser abuela de los nenes, Verónica es hermana de Natalia, la pareja actual del imputado. “Mi hermana le revisó el celular y ahí vio el video del abuso a mi nieta”. Fuentes del caso confirmaron que se trató de un acceso carnal.

Después de que los policía irrumpieron en la casa, liberaron al nene y detuvieron al acusado, revisaron el lugar hasta secuestrar el aparato telefónico, pero -como ya se presumía- no tenía los videos que develaron el horror. Afortunadamente la mujer lo había resguardado enviandolo a su propio dispositivo. Ahora está en poder de la justicia.

Verónica contó que el acusado tenía “la tenencia del nene de 8 años porque se la concedió un juez de Familia hace un tiempo, y la tenencia compartida de la nena de 10 años”, de modo que el chiquito se quedaba con su mamá algunos días y su hermana hacía lo mismo en la casa de Los Hornos.

“Darle el apellido a un menor implica convertirse en su padre”, abundó un pesquisa, lo que agrava cualquier delito, como los que le imputan ahora a C.C.E.

 

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