De la euforia a la desazón y los primeros silbidos al equipo

Cuando algunos hinchas quisieron insultar otros los taparon con aliento. Pidieron por Sabella y Bilardo. Los hinchas, desconcertados

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Los hinchas de Estudiantes vivieron un sábado con emociones encontradas. Desde temprano llegaron hasta el estadio de Arsenal y coparon las inmediaciones. A la hora del pitazo inicial había aproximadamente 5 mil personas, entre la cabecera, la tribuna lateral y la platea. Una verdadera muestra de apoyo en un momento bastante delicado del equipo.

Ese apoyo fue real durante todo el partido, al punto que cuando promediaba el segundo tiempo y el local ganaba 3-0 hubo hinchas que quisieron exteriorizar su bronca pero no los dejaron. De inmediato el grueso que se ubica detrás del arco empezó a cantar en favor del equipo.

No obstante, se escucharon “Es el equipo del Narigón”, y “Somos de la Escuela de Sabella”, en clara disconformidad con la política futbolística que ha encarado Estudiantes en los últimos años, principalmente desde la salida de Nelson Vivas. Ese cambio explica, en buena medida, el presente deportivo de un equipo que se complica en la tabla de los promedios.

“Pincha ponga huevo”, “Esta tarde cueste lo que cueste” y algunos más fueron los cánticos más calientes que se escucharon de parte de la gente, que aplaudió cuando Gastón Fernández dejó la cancha y tímidamente aprobó cuando Rey Hilfner pitó el final. En Estudiantes, todavía, la sangre no llegó al río y los hinchas siguen apostando por un ciclo que parece haber llegado a su fin. Pero está claro que el idilio y la imagen positiva del entrenador se empezaron a devaluar como la moneda nacional.

CERCA DE 5 MIL HINCHAS COPARON SARANDÍ DESDE TEMPRANO

Tal como se dijo, hubo una multitud en la cancha de Arsenal. A las 3 mil localidades que se vendieron el viernes en La Plata ayer se agregaron 1.500 más. Hubo casi 5 mil hinchas presentes en Sarandí, con muchas banderas, bombos y trompetas.

Hubo tanta gente que se produjeron varias discusiones respecto al lugar que debían ocupar las banderas. Sobraron las quejas de parte de quienes estaban en los escalones de abajo cuando algún “trapo” tapaba la visión. Por eso promediando el primer tiempo se decidió que era hora de retirarlos para que todos los presentes puedan observar el partido como se merecían: en definitiva habían pagado 500 pesos para eso.

Entre las banderas desplegadas hubo de “Berisso”, “Tolosa Enajenada”, “Ringuelet”, “Mondongo”, “23 y 68”, “Gonnet”, “Los Leales”, “Puente de fierro”, “Hernández”, “Villa Elvira” y muchas más.

EL CHAVO DESÁBATO, COMO UNO MÁS; VERÓN EN EL VESTUARIO

El entrenador de la Reserva, Leandro Desábato, observó el partido como un hincha más, en la platea. Lo hizo en compañía de Gustavo Salinas, uno de sus ayudantes de campo. Junto a ellos se ubicaron el vicepresidente Martín Gorostegui y el encargado del fútbol juvenil, Juan Martín Aiello.

Más allá de la consulta repetida durante y después del partido, cuando Milito deje de ser el entrenador del equipo (la próxima fecha o el año que viene) no será su sucesor. En lo inmediato tiene ínfimas chances, porque la secretaría técnica lo piensa como el técnico del futuro. Tal vez en un futuro... lejano.

En tanto, el presidente Juan Sebastián Verón llegó a poco del comienzo del partido y se instaló en la zona de vestuarios. Desde allí observó el partido, a pesar de la incomodidad que eso provoca. Una vez terminado el encuentro se retiró en su auto particular.

 

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