“Si la cosa funciona”: la película de Woody Allen se muda al teatro
Edición Impresa | 17 de Enero de 2020 | 03:26

Para Carolina Papaleo, actriz y conductora a la que últimamente se la vio en su faceta de panelista televisiva, “si el amor funciona, está todo bien”, concepto que se desprende de “Si la cosa funciona”, adaptación de la película homónima de Woody Allen con la que acaba de desembarcar en la cartelera porteña.
La obra, que tiene además en el elenco a Roly Serrano, Luis Luque, Laura Novoa y Luly Drozdek, cuenta con la dirección de Manuel González Gil, la producción de Daniel Comba y se ofrece en el Teatro Astros de avenida Corrientes 750 de jueves a domingo a las 21.
El argumento de la comedia recupera a Boris (Luque), un hombre frustrado y misógino que se divorcia de su mujer (Novoa) y que conoce a Melisa (Drozdek), una adolescente bella y llena de vitalidad que llega a la gran ciudad, y de quien Boris se enamora.
“La obra es de Woody Allen y me llegó a través de Comba, con quien nunca habíamos trabajado juntos. Me interesó de quién era porque soy fanática de todas sus películas y de su modo de hacer humor”, expresó Papaleo, quien decidió mantenerse al margen de las situaciones personales que alcanzan al dueño del texto la obra.
De una dilatada trayectoria en televisión y teatro, con más de una treintena de títulos que contemplan su trabajo también en cine, y que tiene su origen en 1987 con “Ficciones” y “Noche de Reyes” (1991), respectivamente, Carolina supo ganarse su espacio en la pantalla chica luego de su tercera tira con el papel de Ana Oromí en la novela “Una voz en el teléfono” en 1990.
En los últimos años, alejada de la ficción pero vigente en el ambiente televisivo, tuvo una experiencia como conductora en el programa “Secretos de novela” (2013-2016), en el que anticipaba momentos claves de las telenovelas, y más recientemente como panelista en “Incorrectas”, de Moria Casán, en América.
Con respecto a su personaje en “Si la cosa funciona”, Papaleo anticipó que es la madre, “una mujer que viene de un lugar pequeño buscando a su hija que hace bastante abandonó el hogar y no volvió a comunicarse. Entonces, la madre se va a la ciudad con el fin de encontrarla, pero cuando se choca con la ciudad, empieza a moverse en otros ámbitos, a encontrarse con otro tipo de gente y de vida....”
El texto propone, para esta criatura, una transformación que será una bisagra para ella. Según la actriz, se trata de “un cambio entre su estado cuando llega, como una madre, ultra religiosa, y cómo después de estar un tiempo en la ciudad choca con otra realidad mucho más relajada y con otro tipo de roce que hace que algo distinto aflore en ella”.
Con respecto al desafío que le planteó este personaje, Papaleo contó que lo tuvo que trabajar en conjunto con Drozdek, que hace de su hija. “No se trata solo de mi trabajo, sino también de esa relación. Me gustó mucho componerlo y me divirtió mucho la idea de lo que significa para ese personaje la mujer”, manifestó.
Si bien se pueden encontrar líneas que muestran el proceso de cambio social de la mujer, el texto del neoyorquino va por otro lado.
“Lo que Allen quiere mostrar es lo que pasa con la gran ciudad, cómo atraviesa el hecho de mudarte de un lugar donde podés conocer a todos los vecinos a otro donde te convertís en un anónimo, y en el anonimato uno se anima a muchas más cosas, porque muchas veces por la mirada de toda la gente hay cosas que uno no se permite. Pueblo chico, infierno grande…”, remarcó la popular intérprete.
Se mostró crítica en relación a la poca oferta de trabajo que hay para los actores en tanto a ficción televisiva aunque se mostró confiada en que la situación se revertirá. “Es muy pronto para hablar, recién estamos en pañales y hay que dar un poco de tiempo. Ojalá empiecen a surgir más proyectos y haya más apoyo”, admitió Papaleo que, estos últimos años, se fue desarrollando como actriz arriba de las tablas.
Por último, se refirió a su rol como panelista en “Incorrectas”, en donde ha protagonizado más de una polémica.
“Es un programa muy femenino (risas). Hace dos años que estoy con Moria y fue un aprendizaje porque antes conducía sola, no tenía en la cabeza la dinámica de panel y al estar en ese rol, tenés que dar espacio a cada voz. Lo que empecé a hacer fue elegir en qué tema participar más para poder coordinar y que podamos hablar todas y armar una opinión. Me divierte y trabajar con Moria me encanta, es disciplinada y generosa y fue fácil porque ya habíamos trabajado antes en una temporada teatral”, aseguró, entusiasmada con este proyecto.
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