El “Acuerdo del Siglo” para Medio Oriente, ¿destinado al fracaso?

Edición Impresa

JERUSALÉN

Por JOAN MAS AUTONELL

EFE

El presidente de EE UU, Donald Trump, presentará finalmente hoy y tras varios retrasos, una propuesta de paz para israelíes y palestinos, rechazada de antemano por estos últimos, lo que, al menos en principio, la aboca al fracaso.

El llamado “Acuerdo del Siglo” es “puramente político” y sin recorrido, asegura el analista israelí Amir Oren: al no estar incluidos los palestinos, que rechazan a EE UU como único mediador, se trata de “un plan unilateral, muerto” desde el inicio.

El momento de hacerlo público -a casi un mes de las elecciones israelíes del 2 de marzo-, obedece a intereses del propio Trump y de su aliado, el primer ministro israelí en funciones, Benjamín Netanyahu, “desesperado” por seguir en el poder, y que busca evitar el juicio por cargos de corrupción en su contra, por los que pidió la inmunidad al Parlamento (Knesset).

No se conoce todavía su contenido, pero según filtraciones de prensa, el plan adopta las demandas de la derecha israelí como la extensión de la soberanía a los asentamientos en Cisjordania ocupada.

Su publicación será “solo un espectáculo”, opina Oren, quien cree que no cambiará nada, pero “es una apuesta” para Netanyahu, que mantiene como promesa electoral la anexión de los asentamientos y quiere reforzar su imagen ante su delicada situación legal.

“Solo quiero decir que el Acuerdo del Siglo es la oportunidad del siglo”, declaró Netanyahu, optimista junto a Trump ayer en la Casa Blanca. Trump se reunió también con el centrista Beny Gantz, rival político de Netanyahu, como una muestra de que no es su intención interferir en la política israelí.

Gantz, que ganó por la mínima los comicios del pasado septiembre y según los sondeos su partido Azul y Blanco será el más votado en marzo, se convirtió en el primer político israelí sin cargo gubernamental en reunirse personalmente con un presidente de EE UU en campaña electoral.

Además Trump, por su parte, busca desviar la atención del “impeachment” (juicio político) al que está sometido, y mira a su base electoral. Según Oren, “quiere satisfacer” a un sector estratégico entre sus votantes: los cristianos evangelistas, decididos defensores de Israel, entre los que está su propio vicepresidente, Mike Pence.

EL TEMOR PALESTINO

“Es un plan muy grande”, aseguró Trump, convencido de que acabará recibiendo “el apoyo de los palestinos”: “Si lo conseguimos, será un inmenso tributo para todo el mundo, si no, la vida sigue”, añadió. Pero los palestinos insisten en que no aceptarán ninguna propuesta de Trump, a quien consideran como parcial a favor de Israel.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, se niega a hablar con Trump. Los palestinos creen que el plan de EE UU corre el riesgo de ser un elemento “catastrófico” que dañe los frágiles equilibrios del volátil conflicto palestino-israelí.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE