El protocolo Scaloni

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Por EDUARDO TUCCI

deportes@eldia.com

La Selección vivirá una experiencia inédita para jugar en la siempre difícil altura de La Paz desafiando lo que marcan los antecedentes y sumando una incógnita más a todas las que quedaron flotando en la Bombonera después del debut con Ecuador. La delegación esta vez se instalará en la ciudad que será escenario del choque con Bolivia 48 horas antes del partido.

En los últimos tiempos todas las teorías apuntaban a pasar una noche previa en Santa Cruz de la Sierra, llegar al lugar del encuentro con tres horas de anticipación, tomar cócteles de viagra, cafeína y aspirina, alquilar tubos de oxígeno además de hacer trabajos previos en una cámara hiperbárica.

La altura es un rival siempre presente y las recetas para enfrentarla siempre han incluido variantes de todo tipo. Para esta ocasión, el actual cuerpo técnico decidió patear el tablero.

En el marco de todo lo que se ha dicho y escrito al respecto, está claro que cuando se deja el llano y se llega a 3.640 metros sobre el nivel del mar, la menor presión del aire hace que los pulmones reciban menos oxígeno y cada cuerpo busca la manera de adaptarse a esta circunstancia por medio de mecanismos compensatorios a corto y largo plazo. El “protocolo Scaloni” marca que la Selección se hospedará dos noches en un hotel cercano al campo de entrenamiento de The Strongest, tendrá una práctica el lunes y jugará el martes a las 17 en el Estadio Hernando Siles.

Las crónicas periodísticas marcan que en sus últimas cinco actuaciones en la misma escenografía boliviana, el equipo nacional consiguió una victoria, dos empates y dos derrotas.

Hubo, eso sí, un diagrama que se repitió a pesar de los resultados: Edgardo Bauza en 2017, Alejandro Sabella en 2013, Diego Maradona en 2009, José Pekerman en 2005 y Marcelo Bielsa en 2001 decidieron llegar horas antes para intentar sortear los efectos de la altura.

Muchas veces se han reiterado las consecuencias de la altura. Falta de oxígeno, dolor de cabeza, cansancio, debilidad, náuseas y trabas imposibles de superar durante una actividad física. El “mal de altura” muestra su peor cara al cabo de 6 a 10 horas desde el ascenso. Cuando pasan las 24 horas el malestar suele ser mayor, por eso, el plan habitual de los equipos argentinos suele ser pasar la noche previa en Santa Cruz de la Sierra y trasladarse a La Paz el día del partido para ir directamente del aeropuerto al estadio.

En definitiva, la segunda presentación argentina en la lucha por obtener un boleto para Qatar 2022 suma el desafío al intentar otro camino para hacer frente a las condiciones imperantes en el escenario boliviano. En lo futbolístico también sobran las dudas. Contra Ecuador alcanzó con un par de apariciones de Messi para sacudir la modorra de un equipo al que le cuesta despertarse.

 

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