La Plata espera el aval de Provincia para concretar la peatonalización del comercio

Bajo el lema “calles abiertas”, la Comuna estudia alternativas para dar mayor impulso a la gastronomía al aire libre

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La Municipalidad de La Plata le da las últimas puntadas a un proyecto que lleva meses durmiendo, a la espera de la autorización provincial que -todo indica- se oficializará en las próximas horas. Una medida que incluye la peatonalización de calles en zonas comerciales, el uso de veredas aledañas y áreas de estacionamiento para revitalizar un sector fuertemente afectado durante la cuarentena, como es el de la gastronomía.

La iniciativa, titulada “Calles abiertas”, viene a completar la “prueba piloto” ensayada por la Comuna al permitir la atención al aire libre de bares y restaurantes. Pero faltaba la habilitación de la Provincia, cuya resolución -atada a la baja de contagios por coronavirus- el Municipio todavía espera “conocer en detalle”.

Mientras, en el Ejecutivo local ajustan ese borrador cuyo principal objetivo es aprovechar el uso del espacio público, extendiendo la capacidad de los locales y con el cielo como techo para facilitar el distanciamiento social, atenuando el impacto de la pandemia.

Entre las alternativas, sobresale la idea firme de peatonalizar -los viernes y sábados- las siguientes vías: hacia la noche, diagonal 74, de calle 10 a 12 (solo quedaría habilitado un carril de velocidad máxima de 30km/h en cada sentido); y entre las 9 y las 19, calle 8, de 45 a 51; calle 12, de 54 a 60 y Avenida 51, de 4 a 6. También, la calle Cantilo de City Bell, entre Camino Centenario y Plaza Belgrano.

“Es un programa para fortalecer no solo la gastronomía, sino el comercio en general, cumpliendo los protocolos de bioseguridad establecidos”, explicaban ayer en la Comuna sobre la decisión que calca experiencias como la de la ciudad de Buenos Aires, Madrid o París.

“Como en varias ciudades del mundo, la idea es generar un circuito seguro para priorizar la movilidad de los peatones y ampliar los espacios de circulación”, valoró al respecto el secretario de Espacios Públicos local, José Etchart, para quien la iniciativa “favorecerá la generación de espacios públicos que abran el juego a la estancia del peatón en zonas comerciales”.

Junto con la mencionada extensión de las vías peatonales, otra de las opciones que analiza la Ciudad consiste en permitir que los comerciantes gastronómicos gestionen permisos de sus vecinos linderos para ganar más lugar sobre la acera. Para esto deberán contar con una conformidad por escrito de los propietarios, en la que se precise plazo, datos personales, domicilio y partida municipal. Los locales no deberán tributar por el uso de estos espacios, puesto que el Municipio los exceptuó de esa obligación hasta que pase la pandemia.

Por último, el programa de apertura de las calles platenses en la nueva normalidad incluye la reconversión del cordón de estacionamiento (siempre que no haya paradas de transporte cercanas) en espacio para enseres y atención, lo que “si bien reduciría las áreas de aparcamiento en las zonas del microcentro, evitaría el cierre de calles”, admitieron cerca del intendente Julio Garro.

A diferencia de la peatonalización, limitada en días y horarios, la intención es que los permisos para el uso de veredas linderas y estacionamientos rijan lo que dure la jornada comercial. Pero, como se aclaró, todo está supeditado al aval final de la Provincia.

Para la Comuna, el programa “se presenta como una posibilidad de aprender a convivir con el virus, proyectando una ‘nueva normalidad’ que plantea distintos desafíos en relación a los vínculos sociales, culturales y de consumo, así como del uso del espacio público”.

En ese sentido, el flamante plan deberá complementarse con el protocolo ya vigente que, entre otras cuestiones, exige una persona cada 2.25 metros cuadrados; distancia de dos metros entre cada comensal y condiciones de higiene en el local. Además, se deberá evitar la aglomeración de personas dejando una franja de dos metros de ancho a lo largo de todo el frente para la circulación peatonal. Mientras que las mesas deben tener un máximo de cuatro comensales y mantener una separación de dos metros o instalar divisiones (como mamparas) de una altura mínima de 1.80 metros.

 

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