La semipresencialidad educativa desata una ola de quejas de los padres en España
| 13 de Octubre de 2020 | 17:47

Las clases semipresenciales en España se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para los padres que, a casi dos meses después de su puesta en marcha, han comenzado a encontrar toda una serie de fallas que interpretan como un "riesgo" para la educación de sus hijos.
Según la opinión de las federación de asociaciones de padres de distintas localidades, el escenario actual está sometiendo a los menores a descontroles en la rutina ya que hay semanas que pueden asistir tres días y otras en la que van a la escuela sólo dos días.
En este sentido, señalan que la cantidad de tareas que envían a casa es muy bajo y al mismo tiempo critican los problemas de conexión que tiene los alumnos para enlazarse a la clases virtuales.
Como el problema no afecta a todos los establecimientos por igual, ya que los institutos privados cuentan con mejores condiciones y más control, para las asociaciones de padres, este escenario "afecta a la igualdad de oportunidades y a la equidad”.
Según publica el diario EL PAIS, "las familias denuncian numerosos casos de falta de atención a los alumnos" al tiempo que detalla que "la calidad de la enseñanza a distancia varía entre autonomías, institutos y dentro de un mismo centro".
Al respecto expone la experiencia de Fabiola Llanos, madre de un adolescente de 15 años, que se encuentra muy preocupada por la educación de su hijo que estudia cuarto de la ESO en un instituto público de Madrid. “Se supone que sus clases son semipresenciales, pero online no tiene. Una semana va tres días al instituto y la siguiente, que va dos, parece como si no estuviera estudiando. Trae algunos deberes para hacer en casa, pocos según él, pero no tiene una rutina. Se acuesta tarde y se levanta tarde; dice: ‘¿Para qué me voy a levantar temprano si no tengo nada que hacer?’. Es una situación un poco descontrolada. Hay alumnos a los que les sale estudiar por si solos, y a otros que no”, dice Llanos por teléfono desde su piso en Villaverde Alto, uno de los barrios con menor renta de la capital. La mujer, auxiliar administrativa en paro, está alarmada porque siempre pensó que su hijo haría el bachillerato y ahora no lo ve claro. Daniel, su hijo, cuenta: “Este curso es como si fuese fiesta un día sí y otro no. Los días que no voy al instituto no hago prácticamente nada”.
En cuando a los profesores, en el sector se opina que la calidad del modelo educativo semipresencial en España, otra de las novedades que ha traído la pandemia, es muy variable. Miguel Dengra, presidente de la asociación de directores de instituto de Andalucía, cree que está funcionando peor en aquellas comunidades que, como la suya, lo improvisaron en el último momento. Pero afirma que también hay diferencias entre institutos, “e incluso entre profesores de un mismo centro”.
"Tenemos el problema de las dotaciones tecnológicas, porque muchas clases no disponen de cámaras, competencias digitales muy dispares entre los alumnos y el profesorado, y otros problemas, por ejemplo el de cómo controlar verdaderamente la asistencia de los que están en casa”, afirma Dengra.
Por su parte, Francina Martí, presidenta de la asociación catalana de docentes Rosa Sensat: “No es lo mismo un profesor que da una clase magistral a través de la pantalla, de la que es fácil desconectar, que quien hace clases virtuales más participativas” y añade que “es una opción que no favorece en nada el aprendizaje, porque la mayoría de los alumnos tiene muy poca autonomía."
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE