“Mostrame la bombacha”: la charla de Dady Brieva con una nena que causó espanto

Durante la jornada de ayer todavía seguía encendida en las redes sociales la polémica que generaron los escandolosos tuits del humorista Martín Cirio, más conocido como La Faraona, en los que muchos encontraron indicios que podrían estar ligados a la pedofilia. Tanto escándalo se generó que, tras un tibio descargo del irreverente “influencer”, las esquirlas comenzaron a desperdigarse y alcanzaron a Dady Brieva.

El popular actor, que esta semana estuvo en boca de todos por anhelar “tener un camión y jugar al bowling en la 9 de Julio”, para atropellar a los manifestantes en contra del gobierno, condujo hace 20 años un programa que se llamó “Agrandadytos”, en el que mantenía charlas con niños.

En este contexto, en las últimas horas se reflotó una conversación que Brieva mantuvo con una nena de alrededor de tres años.

Las cámaras los muestran a los dos, alrededor de una mesa.

“Es hermosa (tu pollera), igual que la bombacha”, le dice él a la nena que, mirándose la pollerita, le contesta: “No, la bombacha no es rayada”.

“Es blanca”, le dice el humorista, y la nena, con soltura, le responde: “No, es rosa, ya te dije”, le remarca, en tono molesto, como por tener que repetir algo que al parecer ya le había dicho, pero que no se vio en cámara.

Luego, Dady se para y le dice “bueno, vos mostrame la bombacha y yo te muestro el calzoncillo”. Y el humorista, aunque la cámara no enfoca cuando se lo muestra, cumple con su palabra.

La nena, sorprendida, con la inocencia de una nena, se tapa la boca, y se levanta la pollerita y la baja rápido, dejando ver su bombachita. Pero como sabiendo quizás que estaba haciendo algo que no estaba bien, remata con un “que no se entere mi mamá” y Brieva, a tono, “que no se entere mi papá, tampoco”.

En 2018, tras un enfrentamiento sobre política con Federico Andahazzi, Dady Brieva fue duramente acusado. “No le voy a pedir que se haga cargo de los ’90 porque sería injusto. Pero sí Dady debería hacerse cargo de cuando, hace relativamente poco tiempo, daba clases prácticas de pedofilia, pidiéndole a una nena que le mostrara la bombachita ante miles de televidentes”, dijo el escritor y psicólogo.

El episodio en cuestión se emitió el 21 de marzo 2004 y ya en esa época fue un escándalo. Tras el episodio, más de medio centenar de psicólogos, psicoanalistas y abogados especializados en chicos abusados pidieron al canal que levantara el programa por considerar que el hecho podía identificarse a “los primeros acercamientos que realiza un abusador de menores con su víctima”.

Por lo mismo, el Consejo de los Derechos de los Niños presentó una “queja formal” ante el Comfer, quien tras analizar el envío consideró que ameritaba “una advertencia al canal y a la productora”.