“No sabía con certeza que ejercían la prostitución”, se defendió Mercerat

Lo acusan de explotar económicamente a prostitutas y travestis alquilándoles propiedades a valores “desproporcionados” y exigiéndoles sumas semanales. Negó todo. Y responsabilizó a su coimputado, ya preso

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“No hay sobreprecio”; “no sabía a ciencia cierta que (en esos domicilios) se ejercía la prostitución”; Marcelo Pedro “Bardella le alquilaba a travestis, chicas solas”. Estas fueron algunas de las frases que deslizó en su defensa Fernando Luis Mercerat al declarar ayer ante la fiscal que lo acusa de “trata de personas mayores”, horas después de que la DDI lo detuviera en Brandsen.

En la causa ya está preso, con preventiva, Pedro Marcelo Bardella, un hombre que asegura no haber tenido más ingerencia que la de cualquier empleado que cumpliera órdenes de su patrón.

A criterio de la fiscal Cecilia Corfield, postura que respaldó el juez de Garantías Pablo Raele, “desde al menos el 7 de octubre de 2019 a la fecha”, Mercerat, como dueño de la inmobiliaria que lleva su apellido y funciona en 22 entre 43 y 44, “junto a un grupo indeterminado de personas entre los que se encuentra el ya detenido” Bardella, “explota económicamente el ejercicio de la prostitución de un número indeterminado de mujeres mayores de edad y personas travestidas, aprovechándose de la situación de vulnerabilidad de éstas, ya sea por su identidad de género y la dificultad de insertarse en el campo laboral formal, ya por necesidades económicas y de manutención a sus hijos menores de edad”, figura en la causa”.

Según Corfield, el martillero les exigía “la entrega de una suma de dinero, semanal o diariamente a todas luces desproporcionada en relación a las locaciones habituales del mercado, sin documentación respaldatoria alguna ni de los contratos ni de los pagos recibidos y exclusivamente en función del destino para el cual les arrienda los inmuebles, ejerciendo en todos los casos medios extorsivos de pago como de desocupación”.

Acompañado por sus defensores Alfredo Gascón, Alfredo Gascón Coti y Miguel Molina, Mercerat declaró ante Corfield y Raele durante casi tres horas, que usó para desligarse de los cargos.

Se presentó diciendo que es martillero desde “hace más de 30 años”, que la inmobiliaria que conduce tiene 55, la fundó su padre y “tenemos casi 1.000 propiedades administradas, alquiladas”. Se refirió luego a las condiciones que piden para rentar un domicilio, las cuales fueron “flexibilizando”, reconoció, pasando de exigir únicamente garantías propietarias, a recibir actualmente “recibos de sueldo” e informes de Veraz “para corroborar el tema de los ingresos”.

Consultado sobre Bardella, dijo conocerlo desde “hace más de 15 años”: era “una de las personas que realizaban mantenimiento, teníamos tres, pero con los años la empresa de Bardella fue creciendo y se fue encargando y hasta llegar al día de hoy, del mantenimiento y puesta a punto de las propiedades en exclusividad”, aseguró.

Según su versión, el hecho de ocuparse del mantenimiento durante el contrato y la puesta en condiciones una vez que terminaba hizo que el coimputado “tomara contacto con cada uno de los propietarios de las locaciones”, lo que explicaría que él mismo gestionara ciertos contratos y cobranzas.

“Él me hacía una rendición semanal-argumentó Mercerat- me rendía lo que había cobrado” y detalló que “cuando en la hoja que se acompaña dice ‘boleta’ quiere significar que él me rendía boletas de sus trabajos”.

Negó, por otro lado, la existencia de sobreprecios. “Lo que se ve en las rendiciones, es lo que se iba pagando y lo que debía cada locatario”.

Cuando la fiscal le preguntó si estaba al tanto de que en algunos de los 1.000 domicilios que conforman la inmobiliaria se ejerce la prostitución, declaró que “a ciencia cierta no”.

Admitió tener “sospechas en algunos casos”, pero que terminó por confirmarlas “cuando fueron los allanamientos”.

En su indagatoria, Bardella había dicho que “trabajaba para la inmobiliaria de Mercerat”, cuyos encargados lo “mandaban a cobrar a todo tipo de lugares, donde había trabajadoras de la prostitución. En un momento me lo impuso, porque yo tengo muchos años trabajando con él, y yo la plata se la entregaba (al empresario)”.

El día que lo detuvieron a Bardella, la policía secuestró dentro de su automóvil 125 profilácticos de látex y documentación con detalles de las “sumas dinerarias que recauda para sí y para tercero de los lugares privados en donde se ejerce la prostitución”, figura en la resolución que le confirmó la preventiva. Christian Parodi, defensor de Bardella, explicó que tenía esos materiales “porque se encargaba de limpiar y acondicionar las propiedades y siempre sobraban profilácticos”.

Una de las prácticas que figuran en la acusación es la de “cortar la luz de los inmuebles” como presunta maniobra extorsiva. En la indagatoria de ayer Mercerat fue consultado sobre esto.

“Le sacamos el cable de luz que va al medidor”, reconoció, negando haberle dado participación de esto a la empresa Edelap. ¿Por qué lo hacían? “Para que se vayan del departamento”, contestó, presuntamente por falta de pago o disturbios.

Interrogado sobre un audio incorporado a la causa, correspondiente a un chat con su coimputado, Mercerat recordó que cuando habla de “gente normal” alude a matrimonios, “que no tenían el perfil de la gente que traía Bardella... travestis o chicas solas”.

 

 

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