Cuatro delincuentes protagonizaron un audaz golpe y las victimas abandonaron la casa

Rompieron la puerta cuando la familia iba a cenar. Estaban armados y huyeron con dinero y un auto. Las víctimas dejaron la vivienda

Edición Impresa

En medio de la noche del sábado último, una vecina escuchó desde la calle opuesta “un ruido como de estruendo, como una explosión”. En la casa lindera a la del origen del sonido, ubicada a la derecha (si se mira de frente el inmueble), la propietaria recordó que “parecía que caminaban o corrían por el techo”. Lo que no sabía ninguna de las dos mujeres es que en una de las fincas situadas en la cuadra de 5 bis entre 516 y 517, al menos tres delincuentes armados acababan de ingresar por la fuerza.

Los cinco integrantes del grupo familiar también tuvieron distintas reacciones. Los tres hijos del matrimonio -todos menores- se asustaron y habrían sido los primeros en tomar conocimiento de la situación. En tanto, ambos adultos creyeron que los chicos eran los responsables del estrépito. Cuando se dieron cuenta de lo que ocurría ya era muy tarde: tenían a los intrusos encima.

“LA PASARON MUY MAL”

El episodio ocurrió en horas de la noche y produjo un impacto negativo tan fuerte en la familia que decidieron abandonar la vivienda en forma temporaria. “Al menos hasta que puedan mejorar el tema de la seguridad” en las aberturas, le comentó a EL DIA una testigo que observó el final de la secuencia.

“Se fueron por el miedo que les quedó. Sobre todo, a los nenes”, explicó otra vecina. La experiencia para ellos, según el relato de los conocidos del barrio, fue “muy fuerte”.

Fuentes de la investigación consultadas por este diario informaron que al momento de ser “invadidos” por los ladrones, los moradores de la casa se encontraban a punto de cenar.

La puerta de entrada “voló” de una patada o un mazazo y los malvivientes (no está claro si fueron tres o cuatro) ingresaron blandiendo armas de fuego largas.

La mujer, que estaba en la cocina, pensó que se trataba de una “macana” que estaban haciendo sus hijos y cruzó hacia el comedor para retarlos. Entonces, se topó con la presencia de los delincuentes, quienes redujeron a la pareja en un instante y se dedicaron a buscar pertenencias de valor por las habitaciones.

Al otro lado de la vereda, un hombre advirtió lo que sucedía y llamó a la Policía.

Mientras tanto, en la escena del robo se repetían las amenazas y el pedido de “la plata”.

El atraco duró unos interminables 10 o 15 minutos en los cuales la banda se hizo con un televisor, algunas pertenencias y la suma de 2 mil pesos, conforme revelaron los pesquisas.

Como el botín era magro, tomaron las llaves de la Citroën Xsara Picasso y escaparon en ese vehículo.

“Fue una cosa terrible. Miré por la ventana porque escuché que un auto salía arando y como no lo vi pensé que le habían robado la camioneta”, manifestó una frentista.

En minutos, la calle se transformó en un hervidero de patrulleros, policías y curiosos. En ese caos de sirenas y gritos, sobresalía el llanto de los tres pequeños.

Las autoridades analizaban por estas horas las cámaras de seguridad de la cuadra para determinar, entre otras cosas, el número exacto de sujetos que actuaron en el hecho, si habían llegado en un rodado propio y otras pistas que pudieran ayudar en la identificación de los mismos. La causa fue caratulada como “robo”, con intervención de la U.F.I. Nº 9, de Autores Ignorados.

Por otra parte, en la cuadra sostuvieron que se trata de una zona “muy tranquila” que “no tiene este tipo de asaltos”. Sí, añadieron, “hay algunos arrebatos o robos callejeros, pero nunca una cosa así”.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE