¿Puedo seguir amamantando a mi bebé en tiempos de pandemia?

Es una pregunta que se hacen muchas madres ante el temor a un posible contagio, y la respuesta de los especialistas es que sí, inclusive siendo positiva de coronavirus

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¿Debería seguir dándole el pecho a mi bebé durante la pandemia? Es una pregunta que muchas madres se hacen en medio del temor que genera la posibilidad de un contagio. Y a ya casi un año de la aparición de este virus que cambió al mundo, las respuestas de la ciencia parecieran ser concluyentes. A esa pregunta, por ejemplo, Unicef responde positivamente al señalar que “la leche materna contiene anticuerpos beneficiosos para mantener a los bebés sanos y protegidos de muchas infecciones. Los anticuerpos y los factores bioactivos de la leche materna pueden combatir la infección de la COVID-19, incluso si el bebé ha sido expuesto al virus”.

Ese concepto es compartido por la mayoría de los profesionales especializados en la materia, al referirse a que las pruebas están profundamente a favor de la lactancia materna, las que señalan, además, que el contacto piel con piel y una lactancia materna temprana y exclusiva ayuda al bebé a desarrollarse, por lo que no hay razón para interrumpirla como consecuencia del virus. Hasta la fecha, se insiste, no se ha detectado la transmisión de casos activos de COVID-19 -el virus causante de la infección- a través de la leche materna ni de la lactancia.

“En pandemia -señalan los profesionales de Unicef- la lactancia materna sigue siendo muy importante. Para la mayor parte de los virus respiratorios, las madres que amamantan les pasan esos anticuerpos por la leche a sus hijos y protegen al bebé lactante. Se ha confirmado que el SARS-CoV-2 no se transmite por la leche materna, y sí los anticuerpos que el organismo de la madre produce contra él, por lo que es importante hacerlo”.

Algunos especialistas, en tanto, van aún más lejos, y afirman que la lactancia materna continúa siendo la mejor alimentación para el bebé aún si existe la sospecha o la confirmación de que la madre tiene coronavirus, ya que no hay evidencia científica de que el virus se transmita a través de la leche.

“LA LACTANCIA ES FUNDAMENTAL”

“Hasta el momento -destaca Guadalupe Mangialavori, coordinadora del área de nutrición de la Dirección de Salud Perinatal y Niñez (DiSaPe), del Ministerio de Salud- no hay evidencia científica de que el coronavirus pueda transmitirse a través de la leche materna; en cambio, sí sabemos que la lactancia protege a los bebés de enfermedades respiratorias, por lo que hoy más que nunca es fundamental sostener y fomentar esta alimentación”.

“Al principio de la pandemia -añadió la especialista- hubo mucho desconcierto en los equipos de salud, y se tendía a separar al recién nacido de la madre si era un caso sospechoso o positivo de COVID-19. Sin embargo, luego se estableció que si la madre y el bebé están en condiciones de estar juntos por el estado de salud de ambos, lo recomendable es la co-habitación, por supuesto que con medidas de seguridad e higiene”.

Entre esas medidas de seguridad, las recomendaciones apuntan al uso de barbijo por parte de la madre para evitar el contagio por gota al bebé, la higienización de manos antes de tocarlo, y el amamantamiento fuera de la cama para evitar el contacto del bebé con áreas contaminadas.

“Por supuesto que si la mamá tiene una forma moderada o grave de la enfermedad y no puede por su estado de salud cuidar del bebé, esto debe reevaluarse; la decisión es individual y acorde a cómo están ambos, lo que decimos es que a priori lo recomendable es que estén juntos y se incentive la lactancia materna. En el caso de que el bebé requiera estar en neonatología por algún tema de salud, lo que no tiene nada que ver con el coronavirus porque tampoco hay evidencia de ninguna relación entre partos prematuros y COVID-19, la recomendación es que la madre se extraiga leche y se la den al bebé con todas las normas de higiene correspondiente”, señaló Mangialavori.

¿HAY RIESGOS?

En el documento “recomendaciones para la atención de embarazadas y recién nacidos en el contexto de la pandemia”, realizado por la DiSaPe, se recuerda que “la evidencia disponible al momento sobre el impacto de la infección por COVID-19 durante el embarazo, sugiere que los riesgos de enfermedad grave en la persona gestante parecen ser similares a los de la población no gestante, y también que “el modo de parto no tiene influencia sobre el riesgo vinculado a COVID-19 para la madre o el recién nacido. Por esto la recomendación es el contacto piel con piel en la primera hora de vida, ya que se sabe que cuando esto no sucede, aumenta el estrés tanto del bebé como de la madre”.

En este contexto, Gisela Martinchuk, coordinadora de la sección Neumonología Pediátrica de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, recomendó continuar la lactancia aún frente a la sospecha de COVID-19, e indicó las medidas de seguridad para poder amamantar sin riesgo, entre ellas, que “el barbijo debe ser inmediatamente sustituido en caso de tos o estornudo, o ante cada nueva toma”, y que, en el caso de la extracción de leche, “se recomienda reforzar la técnica de extracción manual, en tanto que si se provee bomba no podrá ser compartida con otra paciente y la extracción se realizará en la habitación donde se realiza el aislamiento en caso de que haya sospecha o confirmación de que la madre tiene coronavirus”.

En este sentido, es decir en caso de que la madre sea positiva de coronavirus, la doctora Maureen Birmingham, representante de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud en Argentina, señala que “muchas madres se preguntan si pueden seguir amamantando a sus bebés en caso de contraer el coronavirus, y la respuesta es sí, siempre que sus condiciones de salud lo permitan. Pero una mujer con COVID-19 debe recibir apoyo para amamantar de manera segura, tener en brazos al recién nacido, piel con piel, y compartir la habitación con su bebé. Para proteger y prevenir que el bebé resulte infectado, deben lavarse las manos antes de amamantar o extraerse la leche, antes de tocar al bebe, y antes y después de utilizar el barbijo que les cubra completamente su boca y nariz. Asimismo, si tose o estornuda debe hacerlo cubriéndose con el pliegue del codo o con un pañuelo que luego desechará en la basura inmediatamente, y volverá a higienizarse las manos, mientras que también las superficies que toque deberán ser limpiadas y desinfectadas. Porque, como sabemos, los beneficios de la lactancia materna desde la primera hora de vida son realmente insuperables. Se trata de la intervención preventiva más efectiva que existe para evitar muertes de menores de 5 años, y además tiene beneficios para el desarrollo intelectual del bebé, y ayuda a que las madres reduzcan el riesgo de tener cáncer de mamas o de ovarios, al igual que diabetes tipo 2”.

 

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