La campaña siguió hasta el último momento
Edición Impresa | 4 de Noviembre de 2020 | 02:49

La de este año fue una campaña singular, en la que los candidatos decidieron, dada la extrema polarización que vive el país y lo reñida que se pronosticaba la contienda electoral, moverse para captar votos hasta último momento.
Donald Trump inició la jornada de ayer con optimismo, augurando para sí un mejor resultado incluso que en 2016, pero durante una visita a sus oficinas de campaña se mostró mucho más moderado. “Ganar es fácil”, dijo a los periodistas. “Perder nunca es fácil, no para mí”.
VUELTA A LA INFANCIA
En tanto, Joe Biden visitó la casa y la iglesia donde pasó su infancia en Scranton, Pensilvania, como parte de un último llamado al voto antes de viajar a esperar los resultados electorales en Wilmington, Delaware, donde reside.
El lunes, cuatro minutos antes de medianoche, adulado por miles de simpatizantes bajo una luna prácticamente llena, Trump subió al escenario de su último mitin de la campaña 2020, el 17º en cuatro días, con tono triunfal ante una marea de gorras rojas, amarillas y de ancianos envueltos en banderas nacionales.
En tanto, Biden regresó ayer a su primer hogar en Scranton, y estampó su nombre en la pared para atraer la buena suerte. “De esta Casa a la Casa Blanca con la Gracia de Dios”, escribió Biden con bolígrafo negro en una pared de la sala, detrás de un cuadro, plasmando su nombre y agregando la fecha “11-3-2020”.
Ya había hecho algo similar durante las primarias de 2008, cuando firmó la pared de un dormitorio de la casa en su truncada segunda carrera por la presidencia, aunque terminó siendo compañero de fórmula de Barack Obama.
Regresar a su primer hogar se ha convertido en una especie de tradición para Biden, quien durante más de tres décadas fue senador por el vecino estado de Delaware, a donde su familia se mudó cuando tenía 10 años.
“Vamos a casa”, dijo Biden, acompañado de dos de sus nietas, al aterrizar en Scranton para realizar uno de sus últimos gestos de una campaña presidencial de 18 meses.
A la actual propietaria de la casa, Anne Kearns, pareció no molestarle. “Te sigo todo el tiempo”, le dijo a Biden durante un breve intercambio antes de darle la bienvenida a la casa.
Más de 100 vecinos, seguidores o curiosos, casi todos con barbijo, se congregaron cerca de su antigua casa, que ostenta un toldo gris en la entrada y postigos negros.
Biden se reunió con algunos viejos vecinos e hizo otras paradas en la ciudad, incluso en la casa de la madre del senador Bob Casey y en una oficina local sindical.
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