Punta Indio: un nombre falso y una denuncia “con alcoba” en la causa de la banda del comisario

El fiscal pidió llevar a juicio al ex jefe de la seccional como organizador de una banda para serie de estafas a vecinos de la localidad

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Genio y figura, hasta la sepultura. Según concluyó la investigación judicial por una serie de “cuentos del tío” registrados en abril de 2018 contra vecinos de Punta Indio, en su mayoría de avanzada edad, uno de los implicados fue capaz de engañar hasta la Policía y la Justicia, plantando en la investigación el nombre de su hermano, lo que derivó en la detención de ese hombre por al menos un mes.

Al final, el “Gitano” Renzo Miguel, no tenía nada que ver con la secuencia por la que el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta (UFI Nº 16) ahora pidió llevar a juicio al hermano Rubén Miguel. Según la investigación del fiscal, ese hombre actuó con buena información sobre el perfil de las víctimas escogidas en ese pueblo. Quien se la habría aportado es Marcelo García Ibáñez, un policía que poco tiempo de esa furtiva seguidilla había sido comisario del pueblo y había tenido preso en su seccional a quien se presentó entonces -falsamente- como Renzo.

Según la acusación que formalizó Condomí Alcorta contra ambos, la trama tiene escenas de inteligencia. Eso se expresa en el relato de un encuentro en una parrilla de Pipinas o en charlas con la reja de por medio en la comisaría, cuando el “Gitano” fue detenido por el equipo policial de García Ibáñez como sospechoso de otras estafas. El sospechoso había estado preso y habría usado el nombre de su hermano para evitar la luz roja del archivo policial. Actualmente, está preso en Entre Ríos por delitos del mismo tipo.

También se revela un intento de impunidad basado en una presunta extorsión. Quien había sido comisario del pueblo tenía una relación de pareja con Silvia Córdoba, una de las oficiales de la seccional.

La mujer buscaba avances para aclarar las denuncias de los vecinos a quienes habían despojado de plata y joyas con el clásico argumento (teléfono de por medio) de que habría un cambio repentino de diseño de billetes. Según denunció, García Ibáñez, ya no estaba en Punta Indio, pero seguía de cerca todo y le dijo en tono amenazante que dejara pasar esos hechos: “fijate que si alguien te planta medio kilo de cocaína en el auto, la que va presa sos vos” ... “me vas a mandar al frente, pensalo bien, estas sola, tenés tres hijos que solo dependen de vos”.

A la vez, se relata en la pesquisa sobre un mensaje enviado al interior del grupo policial de Punta Indio para que si aparecían denuncias por “cuentos del tío” la tomen en forma “livianita” y le avisaran. Eso, pese a que el comisario ya prestaba funciones en el Conurbano.

La mujer no cambió su posición, según indicó una fuente judicial y usó su propia estrategia. “Ella había tenido una relación pero tenía miedo de lo que el comisario pudiera hacer. Para que no sospechara, después de haber declarado en la causa, accedió a un encuentro íntimo con él”, indicó la fuente.

El fiscal considera que el Policía y el “Gitano” eran los “organizadores” de golpes de hasta 100 mil pesos o con robo de alhajas. Quienes los ejecutaron serían dos hombres y una mujer que están prófugos.

La investigación también detectó traiciones: el comisario habría obtenido información de sus ex dirigidos de la comisaría sobre el monto de las estafas y robos. En casos, los montos declarados por las víctimas eran mayores que los señalados en la intimidad de la banda.

 

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