La nueva cepa se habría originado en un paciente con inmunodepresión

Es la hipótesis que manejan científicos británicos que creen que el virus adquirió así mutaciones que le permiten eludir anticuerpos

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La baja respuesta inmune de un paciente inmunodeprimido que falleció 101 días después de recibir el diagnóstico de coronavirus podría haber sido la causa por la que el SARS-CoV-2 adquirió varias mutaciones que podrían haberle permitido eludir los anticuerpos.

Esta hipótesis es manejada por un grupo de científicos británicos que creen que en este caso podría estar la explicación de la cepa del virus recientemente identificada en ese país, que es entre un 50 y un 74% más contagiosa que las otras y que se extendió velozmente a otros países del mundo (ver aparte).

Todo comenzó en el mes de junio, cuando Ravindra Gupta, un virólogo de la Universidad de Cambridge, supo del caso de un paciente oncológico que había sido internado el mes anterior con COVID-19 y todavía contagiaba el virus.

Esta persona estaba siendo tratada por un linfoma y se le había administrado rituximab, un medicamento que agota las células B productoras de anticuerpos, lo cual le hizo difícil deshacerse de la infección con el SARS-CoV-2, según una publicación de la revista Science.

El hombre murió en agosto, pero Gupta se interesó por el caso y al estudiar las secuencias del genoma del coronavirus que infectó al paciente, descubrió que el SARS-CoV-2 había adquirido varias mutaciones que podrían haberle permitido eludir los anticuerpos.

Con la confirmación de la nueva cepa, el análisis de este especialista se convirtió en una pieza clave para comprender la importancia de la nueva variante del SARS-CoV-2.

Es que esta cepa, que parece propagarse más rápido que otras, contiene una de las mutaciones que encontró Gupta, y los investigadores creen que también puede haberse originado en el paciente inmunodeprimido que tenía una infección de larga duración.

“Es una hipótesis perfectamente lógica y racional”, dijo, por su parte, el especialista en enfermedades infecciosas Jeremy Farrar.

La nueva variante llamó la atención sobre el papel potencial en el COVID-19 de las personas con sistemas inmunológicos debilitados, quienes, si brindan al virus la oportunidad de desarrollar linajes que se propagan más rápido o eluden las vacunas, hacen que estas infecciones crónicas no sólo sean peligrosas para esos pacientes, sino que podrían tener el potencial de alterar el curso de la pandemia.

La nueva cepa del covid-19 es “entre un 50% y un 74%” más contagiosa según un estudio médico, que advirtió sobre las consecuencias de eso en la mortalidad en Reino Unido.

Con todo, los investigadores “no encontraron por el momento elementos que indiquen que los contagiados por esta mutación presenten un mayor riesgo de ser hospitalizados o morir”.

 

 

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