Gimnasia tuvo un retroceso futbolístico, dejó una imagen pálida y sembró preocupación

Igualó 1 a 1 ante Huracán y sigue sin victorias en este arranque. El gol y el nivel de Agudelo, lo más rescatable en un flojo Lobo

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Por FERNANDO ALEGRE

falegre@eldia.com

El objetivo era otro, pero el camino se hizo muy sinuoso dentro de una noche en la que no abundó la creatividad. Gimnasia apenas empató 1 a 1 en su visita a Huracán, donde la pasó mal gran parte del juego, sobre todo en la etapa final. Sin la presión que ejerció en el debut ante Vélez, y lejos del deseo que mostró en el Bosque, el Lobo fue una sólo una sombra, un partener más en la fiesta clásica a Diego Maradona.

Rodrigo Gómez adelantó al local a los 3´ del primer tiempo, mientras que Jhonathan Agudelo puso el empate, apenas ocho minutos más tarde. Otro punto para el Tripero en su cada vez más complicada lucha por permanecer en Primera, punto que tendrá el real valor al terminar esta fecha 18 de la Superliga, en la que ya Aldosivi, uno de sus apuntados, consiguió lo mismo que los dirigidos por el Diez.

Gimnasia comenzó intentando ser protagonista, pero en el primer avance pagó muy caro el hecho de entrar algo dormido a un partido clave. En apenas tres minutos, el Lobo perdió una pelota alta y quedó mal parado dentro del 4-1-3-2 que ensayó el Maradona para buscar los tres puntos en el Ducó. Así, Rodrigo Gómez se hizo de la redonda, avanzó unos metros y encaró a Paolo Goltz. El ex Unión enganchó para el medio dejando desairado a su marcador y ensayó un remate muy bien colocado, con destino de red. Jorge Broun se estiró, pero la precisión de “Droopy” fue demasiada y, prácticamente con nada, Huracán puso el 1 a 0 en el amanecer del partido, sólo tres minutos después del pitazo inicial de Trucco.

El marcador en contra no amainó con la intención del Tripero de buscar lastimar a Antony Silva. Sin embargo, los primeros avances, poco claros, terminaron favoreciendo al equipo de Damonte, que aprovechó cada error para salir rápido de contra utilizando el ancho de la cancha.

Maradona apostó desde el arranque a la sociedad Paradela- Pérez García para la creación de peligro, pero al de Quiroga le costó entrar en juego en los primeros minutos y el ex All Boys se convirtió nuevamente en el conductor mens sana. A partir de su claridad, aparecieron los pases en profundidad para un Agudelo muy movedizo, de lo más punzante en la visita, y para algunas subidas de Matías Melluso, que buscó ser opción por izquierda. Precisamente por ese costado, y luego de unos rebotes fortuitos, el delantero colombiano consiguió su premio.

Agudelo entró al área a los 11 y definió como indican los libros para un diestro con perfil cambiado. El ex Cúcuta abrió su pie más hábil, burló a Silva y estampó el 1 a 1 apenas unos minutos después del primer golpe de Huracán.

A partir de allí, el Lobo fue por el desequilibrio en el marcador. Sin embargo, nuevamente las imprecisiones de arriba las pagó con mucha inseguridad en el fondo. Caire sumó algunos errores preocupantes en la última línea, al igual que Coronel, dos que se habían mostrado sólidos en el Bosque, y el Globo inquietó con un Gómez muy claro y el aporte de Briasco y Ojeda por los costados. Con intentos fallidos de ambos lados, pero con más avisos de los de Damonte, se fueron los primeros 45 minutos en Parque Patricios.

UN PANORAMA QUE NO SE ALTERÓ

Tras el descanso, el cuerpo técnico Tripero modificó algunas piezas en el medio. Comba pasó a la izquierda, Pérez García a la derecha, y Paradela se adelantó unos metros para participar un poco más en la creación. Pese a esto, a los de Maradona les costó lastimar a un elenco local bien parado atrás, que nuevamente aprovechó la intención mens sana, falta de creatividad, de ser protagonista.

Ante esta situación, Huracán tuvo el primer aviso. Con una gran jugada de Briasco sobre el córner, en la que acumuló a tres jugadores del Lobo, el volante quemero salió con claridad y mandó un buscapié con mucho veneno al área. Allí, Cordero punteó el balón, pero una gran estirada de Broun le impidió al Globo adelantarse nuevamente en el marcador.

Con el correr de los minutos, los de Damonte se hicieron dueños de la pelota frente a un Gimnasia al que le costó acercarse al arco defendido por Silva.

Con este panorama, desde el banco Tripero mandaron al campo a Tijanovich por Pérez García, y así el Lobo retomó el 4-4-2, con Comba por derecha y el “Uru” por izquierda.

LOS CAMBIOS NO CAMBIARON NADA

Sin embargo, ni su ingreso, ni el Contín por Barrios, ni el último de Ramírez por Comba, le funcionaron a un equipo que sufrió, pero que encontró en la fortuna del travesaño, el argumento para evitar una nueva caída en su valla.

Así transcurrieron los minutos finales, con un equipo que intentó y no pudo; y otro que no pudo intentar, producto de una noche gris.

Gimnasia estuvo lejos de las luces que insinuó frente a Vélez y tuvo que conformarse con el empate por 1 a 1 frente a Huracán.

 

 

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