España vuelve a debatir una ley para legalizar la eutanasia

Si la norma es aprobada, España se convertirá en el sexto país del mundo en el que estará permitido poner fin a la vida con la asistencia de un profesional de la salud en caso de enfermedad incurable

El Parlamento español comenzó a debatir hoy por tercera vez en dos años una ley para legalizar la eutanasia, que tiene apoyo suficiente para salir adelante pese a la oposición ideológica que plantean los conservadores del Partido Popular (PP) y ultraderechistas de Vox.

La Iglesia católica también se resiste a esta iniciativa, contraria a sus fundamentos dogmáticos.

Si la norma es aprobada -un tramite que llevará varios meses- convertirá a España en el sexto país del mundo y el cuarto de Europa en el que estará permitido poner fin a la vida con la asistencia de un profesional de la salud en caso de enfermedad incurable, grave, crónica o que provoca invalidez.

Holanda, en 2002, seguida de Bélgica y Luxemburgo, fueron los países pioneros en Europa en legalizar la eutanasia, un derecho también reconocido en Canadá y Colombia, el único país de Latinoamérica.

En otros países como Suiza, Alemania, Austria, Dinamarca o Suecia existe la eutanasia pasiva o el suicidio asistido, que implica abandonar un tratamiento médico del paciente con su consentimiento para precipitar su muerte.

Actualmente, en España está permitida la sedación terminal o "paliativa", pero la eutanasia sigue siendo un delito.

La ley que presentó el gobierno del Partido Socialista (PSOE) y Unidas Podemos (UP) ofrece una "respuesta jurídica, sistemática, equilibrada y garantista" a la demanda de la eutanasia, estableciendo condiciones y controles médicos, y también contempla la posibilidad de objeción de conciencia por parte de los médicos.

El líder socialista Pedro Sánchez llevó el proyecto de regulación de la eutanasia al Congreso de los Diputados de España tras asumir en junio de 2018, y después de ganar los comicios de abril de 2019, pero en ambos casos la iniciativa se cayó debido a los anticipos electorales.

"Más pronto que tarde la ley se aprobará", aseguró hoy la vocera parlamentaria de los socialista, Adriana Lastra, antes de que comenzara el debate, y tras recordar que ley que cuenta con el respaldo del 80 por ciento de la ciudadanía, según los sondeos de opinión.

Por su parte, Pablo Echenique, vocero de Unidas Podemos (UP), el partido que gobierna en coalición con los socialistas, celebró que "de aquí a unos meses España se situará a la vanguardia respecto al derecho de una muerte digna".

El conservador Partido Popular (PP) de Pablo Casado, que se opone a la iniciativa por estar a las antípodas de sus principios de defensa de la vida desde la concepción, argumentó que la propuesta del gobierno de Sánchez busca "ahorrar dinero a la sanidad pública".

“Para el PSOE, (la eutanasia) es una política de recortes”, sostuvo el vocero de Sanidad del PP, José Ignacio Echániz, en declaraciones en el Congreso.

El propio presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, respondió al PP a través de su cuenta de Twitter: "Lo único que ahorrará la ley de eutanasia es el sufrimiento de miles de personas. Una demanda de la sociedad española que no puede esperar", escribió.

"Están a tiempo. Pueden ayudarnos a garantizar el derecho a una muerte digna o seguir instalados en el absurdo y el bloqueo", añadió el líder socialista.

"Tenemos la obligación de eliminar el dolor y sufrimiento, pero no las personas con dolor y sufrimiento", respondió durante el debate Echániz, quien denunció la inconstitucionalidad de la propuesta y anunció la presentación de una ley alternativa sobre cuidados paliativos.

El diputado del PP calificó la regulación de la eutanasia como un proyecto de "ingeniería social" que más que progresista es "reaccionario" porque pretende "acabar con los enfermos".

De esta forma, los conservadores suscribieron el mismo argumento que los ultraderechista de Vox, que llegaron a comparar a los socialistas con los nazis al "poner la maquinaria del Estado al servicio de la muerte", según la diputada Lourdes Méndez Monasterio.

Con motivo del inicio de la discusión, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, dijo que "provocar la muerte de manera activa, nunca es una buena solución", recordado -así- el rechazó de la Iglesia a la regulación de la eutanasia e insistiendo en la defensa de los cuidados paliativos como forma de hacer frente a las enfermedades incurables.

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