“Tenía un juguete de su hermanita en el bolsillo porque la cuidaba siempre”

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“Era un chico increíble”. La última palabra no la pudo completar Marcedes López, tía de Iván, por la irrupción del llanto al recordarlo.

La mujer, lo definió como un adolescente siempre atento a brindar ayuda y solidario en su casa. “Así son todos, su mamá también y su hermano mayor”, los definió López.

La familia llegó hace pocos años a El Rincón, desde una zona cercana de Villa Elisa. Viven en una casa humilde, a medio construir. Los avances, los produjeron entre todos luego del primer esfuerzo con la compra del terreno. Madre e hijos compartieron hasta acá el esfuerzo de levantar paredes y consolidar el piso.

Durante la tarde de ayer, familiares y amigos de Iván acompañaban a la madre y el hermano mayor del chico, desgarrados de dolor.

La mujer, contaron allegados, llegó a desvanecerse en medio de la crisis y el calor insoportable. Solo los protegía el afecto y una sombra mínima que ofrecía la casa de madera.

A la tía no le sorprendió que Iván interfiriera en una situación que afectaba a un amigo, a quien le habían sacado una gorra.

“Cuentan quienes estuvieron allí, luego de lo que pasó en la madrugada, que tenía un juguete de su hermanita en el bolsillo porque la cuidaba siempre contó López.

Una vecina que se acercó a brindar su apoyo a la familia apuntó que era habitual verlo a Iván pasear por la cuadra con la nenita de la mano o llevándola a upa.

Eso, fuera de los horarios en que asistía a la escuela 69 de City Bell.

La calle, en El Rincón, “es tranquila” contó una vecina que pidió reservar su identidad y también guarda el recuerdo del chico caminando junto a su pequeña hermana.

La nena ayer lo buscaba y preguntaba por él entre familiares y amigos devastados por el dolor.

 

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