River sufrió más de lo pensado, pero ganó y aseguró la punta

A primera hora, con un gol de Matías Suárez y con más sufrimiento del imaginado, River le ganó 1-0 a Banfield en el estadio Monumental y le transmitió una obligación mayor a Boca en su partido contra Central Córdoba, en Santiago del Estero. Un penal desaprovechado por Rafael Santos Borré no hizo más que complicarle al puntero de la Superliga una noche que pareció venir más tranqui de lo que en realidad terminó siendo.

Ni bien la pelota comenzó a rodar, Banfield expuso las credenciales propias de un equipo sólido, que llegó a Nuñez con el antecedente de nueve fechas sin derrotas y seis salidas sin goles en contra. Se armó en terreno propio, Junior Arias fue el encargado de evitar la salida de River a través de Enzo Pérez, y en esos términos, con el equipo Millonario haciéndose cargo, aunque expuesto a las salidas rápidas del rival, el partido empezó a consumir minutos en medio del equilibrio.

Los problemas que planteó Julio César Falcioni, a partir de la estrategia elegida, hizo que River, una vez más, tuviera que encontrar soluciones. Así, Ignacio Fernández pasó a cumplir la función de Enzo Pérez en eso de ser el receptor del primer pase desde el fondo, con Gonzalo Montiel y Milton Casco ganando metros por los carriles con el propósito de favorecer el despliegue de Nicolás De la Cruz, Rafael Santos Borré y Matías Suárez en los metros finales.

Justamente por afuera, con el adelantamiento de Montiel, River encontró la llave del gol a los 16 minutos, gracias a un cabezazo de Suárez, y pisando la primera media hora un penal, por mano de Luciano Lollo, al interrumpir un centro, que Borré desaprovechó con un derechazo que golpeó en el travesaño del arco de Mauricio Arboleda. A propósito del penal, fue el quinto marrado sobre un total de ocho en el certamen.

Así como el Taladro acusó recibo del 1-0, y de pronto perdió la imagen inicial de equipo peligroso, el conjunto de Nuñez sintió la situación desaprovechada desde los 12 pasos, y en el último cuarto de hora su juego no fue lo contundente que había sido.

El segundo tiempo fue de tono menor, sin la estatura de la etapa anterior, River pudo aumentar con un cabezazo de Borré que pegó en el travesaño, y terminó sufriendo, apretado en terreno propio, aguantando bajo la fuerte lluvia que empezó a caer en el final y saliendo de contra.