No jodas y quedate en casa, que esta vez te podés morir

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Por: Luis Moreiro
 

lmoreiro@eldia.com

Diecisiete muertos y casi 700 contagiados (tres en La Plata) dice el último parte oficial distribuido por el Ministerio de Salud de la Nación sobre el golpe que la pandemia del COVID-19 le pega al país. Esa es, según afirman todos los especialistas, una foto que nos llega con 14 días de demora. Habrá que esperar dos semanas, entonces, para conocer las consecuencias del incomprensible descontrol de ayer con calles inundadas de vecinos y sin el necesario control policial para hacer respetar la cuarentena obligatoria.

El aislamiento es la única vacuna, repiten hasta el cansancio los que día a día luchan contra el mortífero enemigo invisible, pero parece que una llamativa porción de la sociedad no terminó de comprenderlo.

Las imágenes de lo que ocurrió ayer en las calles de La Plata, Berisso y Ensenada -y que desde hora temprana inundaron las redes sociales- hielan la sangre.

Italia sumó ayer casi mil muertos en un día. Estados Unidos pasó a ser el país con la mayor contagiados en el mundo. Nueva York, la meca del capitalismo, sucumbe ante el terror que despierta el virus.

Eso es lo que el futuro puede depararnos. En cada uno de nosotros, sin embargo, está la responsable respuesta que como sociedad estamos obligados a dar. Esta no es solo una cuestión de políticas públicas. Se pueden elaborar las mejores normas, pero si no estamos dispuestos a acatarlas y respetarlas, de nada sirven.

El #YOMEQUEDOENCASA, no es una frase hecha sólo para pegar en las redes sociales. Es, ante todo, el salvoconducto para salvar vidas. La propia y la de quienes nos rodean.

Cientos de jubilados haciendo fila ante los cajeros automáticos para cobrar su jubilación es una triste e imperdonable realidad. Ellos, precisamente, son a los que se debería proteger. Se trata de proteger la vida, un pequeño asunto que no admite ninguna apuesta de “prueba y error”. ¿Es imposible montar un sistema que asegure la provisión de dinero en los cajeros automáticos?

Ayer las calles desbordaron de gente. Y no se vio a las fuerzas de seguridad actuar con la premura que la situación requiere. Las consecuencias pueden ser graves.

Que la economía familiar se desploma es una tremenda realidad. Pero siempre es mejor saber que uno va a estar vivo para cuando llegue el momento de comenzar la recuperación.

No jodas. Quedate en casa, que esta vez, te podés morir.

 

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