El almacenero y su familia se fueron: “Le usurparán la casa”

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Quienes viven en la zona donde ocurrió el crimen de Leonel Julio Cima aseguran que el barrio está “picante” desde hace meses, aunque todo se salió de control a partir de la cuarentena. Desde entonces, dicen, “esto es tierra de nadie”. Coinciden en que lo más preocupante son las tomas de terreno que afloraron porque “los dueños de las casas en obra no pueden venir y esto lo aprovechan los delincuentes”. A esta maniobra vinculan, incluso, al fallecido y a su amigo “Trompón”, así como a otros allegados que rompieron y quemaron la vivienda del almacenero acusado. Tras su liberación, éste volvió ayer a la tarde con “gente de la iglesia a la que asisten, para levantar las pocas cosas que no ardieron en el incendio y se fueron del barrio”, contó un frentista a este diario. También se retiró el patrullero que cuidaba la propiedad, de modo que en los alrededores nadie duda de que “en las próximas horas será ocupada por las mismas bandas”.

 

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