Gritos, tiros y una moto: detalles del crimen de City Bell, donde también balearon a un chico

Ocurrió ayer poco después de las 18, en 29 y 449, a donde llegó un auto con cuatro hombres que reclamaban una moto robada. Una pelea desencadenó un tiroteo fatal. La víctima tenía 41 años. Hay un demorado

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La violencia en la Región, fuera de control, sigue matando más que la pandemia. Con una balacera que ayer terminó con la vida de una mujer y le causó heridas a un menor de edad, ya son 33 las personas asesinadas en lo que va de 2020 (dos más que en todo 2019), 12 de ellas durante el aislamiento social preventivo y obligatorio. Los muertos por coronavirus son 11.

El nuevo caso sucedió en el límite que comparten las localidades de City Bell y Villa Elisa, en 29 y 449, donde una mujer identificada oficialmente como María Lamella (41) recibió al menos un impacto de bala a la altura del cuello que la mató minutos después de que ingresó en estado crítico en la guardia del hospital San Roque.

En el mismo incidente resultó herido el hijo de Lamella, un adolescente de 17 años que habría recibido un balazo en una pierna y permanece internado en el mismo centro asistencial, dijeron fuentes del caso.

Por el hecho ya fue aprehendido un sospechoso y buscan a otro ya identificado, por lo cual anoche se desplegó un impresionante operativo cerrojo en la zona para tratar de localizarlo.

La investigación está en su arranque, aunque con los datos aportados por algunos testigos los pesquisas encabezados por el fiscal Martín Almirón lograron reconstruir, en principio, lo que pasó.

“POR UNA MOTO”

Fue minutos después de las 6 de la tarde. “Se presentó un vehículo Chevrolet Celta de color gris con cuatro sujetos armados, los cuales fueron al barrio en busca de una moto robada y se generó una gresca vecinal en la que madre e hijo resultaron heridos”, dijo un jefe policial.

Con el asesinato de ayer, ya son 33 los ocurridos en 2020, 12 de ellos durante el aislamiento

 

Por lo que trascendió, al parecer habrían sido dos los responsables de abrir fuego, tras lo cual -en medio de gritos y caos- escaparon todos juntos.

Los desesperados llamados al 911 movilizaron a la escena a ambulancias y patrulleros, que se ocuparon, las primeras, de trasladar a las víctimas, y las otras de delimitar el perímetro para preservar el levantamiento de rastros.

El fiscal Almirón acudió al lugar, igual que peritos y policías que peinaron los alrededores en busca de testigos. Fueron ellos los que aportaron datos de la irrupción de los agresores, el ataque y la fuga. También ofrecieron precisiones importantes de los autores, como sus apodos y descripciones.

Uno de ellos fue demorado en 13B entre 471 y 472, desde donde lo trasladaron hasta la comisaría Décima, en City Bell, que se ocupó de abrir las actuaciones.

Al otro lo habían visto merodeando la zona tras el crimen en una moto tipo enduro que era intensamente buscada, se informó.

Los peritos de balística revisaron la escena en busca de plomos y casquillos, con resultados que no fueron informados hasta el momento. El cuerpo de Lamella, que sería comerciante, fue trasladado a la morgue para ser sometida a autopsia. Con respecto al estado de su hijo, se encontraría estable, mientras se esperaba un nuevo parte médico.

En menos de dos semanas ya hubo en La Plata cinco asesinatos, dos de ellos en robos, uno en un ajuste de cuentas, otro en una pelea entre conocidos y el de ayer, cuya motivación, más allá de la versión de los testigos, todavía no está del todo clara.

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