Entre el “abandono”, el miedo y los ataques sangrientos a quinteros y camioneros
Edición Impresa | 15 de Junio de 2020 | 01:38

La zona que va de 66 a 44 y de 170 a ruta 36, por la que se extiende una gran parte del sector frutihortícola de La Plata, es una de las más golpeadas por la delincuencia.
Esa realidad supera los 10 años de historia.
A los robos, por otra parte, se le suma el mal estado en que se encuentran los caminos que transitan a diario no sólo los trabajadores agrícolas, sino también quienes mudaron sus hogares a las áreas agrestes y realizan sus labores en el casco urbano. “Ninguna gestión nos llevó el apunte. Las luminarias las pusimos nosotros, el pasto de la banquina lo cortamos nosotros. Hasta nos han dicho que no les convenía venir a arreglar esta zona”, fue la queja de Rosaura, una de las vecinas de 60 y 183 afectada por la ola de atracos que se vive en esa parte de Los Hornos.
El aislamiento obligatorio no redujo la influencia de los delincuentes, pero los problemas estructurales es otra de las cuestiones que aquejan a los frentistas: “Hemos puesto plata y nosotros mismos trabajamos para tapar los pozos del camino. ¿Para qué pagamos impuestos municipales, provinciales?”, reclamó Nacho. La avenida 60 parece “un camino minado” apenas comienza a alejarse del centro y se vuelve imposible de transitar a partir de 175. Esa situación, sostuvo el grupo que mora en “Tranquera Berzosa”, es aprovechada por los malvivientes: “Como en 185 y 60 está todo roto, si pasa algún incauto le hacen una emboscada”, afirmaron.
Asimismo, señalaron que “no se atiende ningún tipo de demanda. Pedimos que corten el pasto o arreglen alguna luz y lo terminamos haciendo nosotros. Está todo preparado para que nos roben a nosotros, a los pobres quinteros y camioneros que trabajan en la zona”, lamentó uno de los vecinos.
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