Cuatro de cada 10 niños, postergan los chequeos

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Cuatro de cada 10 hogares con niños, niñas y adolescentes del AMBA postergaron los controles médicos de al menos alguno de ellos por la cuarentena, mientras que el número de estas familias con problemas de alimentación pasó del 26% al 30% a partir del aislamiento social obligatorio, según un relevamiento de la UCA presentado esta semana.

Adicionalmente, el estudio “Las infancias en tiempos de cuarentena” mostró que el 45,6% de los hogares con NNYA (Niños, Niñas y Adolescentes de 0 a 17 años) del AMBA no tienen una PC, tablet, o similar y que el 31,5% no cuenta con conexión a internet, dos requisitos fundamentales para la continuidad de la escolaridad en tiempos en que las aulas permanecen cerradas.

Este estudio analítico-descriptivo forma parte de la serie de cinco informes técnicos reunidos bajo el título “Impacto Social de las Medidas de Aislamiento Obligatorio por COVID-19 en el Área Metropolitana de Buenos Aires”, elaborado a partir de la aplicación -entre el 7 y el 10 de mayo pasado- de una encuesta telefónica específica a un universo de 500 hogares que ya habían sido relevados por la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) entre julio y octubre de 2019.

DEMORAN LA VACUNA

Uno de los hallazgos más importantes es que el 22% de los hogares han demorado la vacunación de al menos uno de sus hijos por efecto de la cuarentena, “pero la situación de déficit se duplica cuando se trata de los controles preventivos de la salud del niño sano”, dado que el 44% de las familias “reportaron que tuvieron que postergarlos”.

Y si bien “los hogares con NNYA que reportan haberse demorado con los procesos de vacunación son los de estratos medios bajos-bajos y obreros integrados”, la falta de controles médicos “afecta también a sectores que usualmente registran bajos niveles de déficit en la atención de la salud” de las infancias y adolescencias, “como son los sectores medios altos y medios profesionales y no profesionales”.

“Incluso los hogares más vulnerables parecen ubicarse en una mejor situación respecto de sus pares más aventajados porque cabe conjeturar que parte de estos sectores sociales tuvieron que cumplir con la condicionalidad de los controles médicos de la AUH”, explica el informe.

Estos indicadores permiten concluir que “el ejercicio de derecho a la atención preventiva de la salud ha quedado relegado en el contexto de la pandemia y el aislamiento social de modo muy generalizado”, lo que de poner en “alerta” al sistema de salud pública ante el “desafío” que implica que allí se atiendan “el 50% de la población de NNYA del conurbano bonaerense”.

 

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