Carola Reyna: “Estar ocupado te mantiene un poco más alejado de la preocupación”
Edición Impresa | 25 de Julio de 2020 | 05:14

María Virginia Bruno
vbruno@eldia.com
En esto de la actuación desde casa, que cada día suma cada vez más y diferentes propuestas, Carola Reyna está canchera. En mayo pasado, a través de la plataforma gratuita Contar, estrenó “Terapia en cuarentena”, la primera serie web realizada durante el aislamiento que la llevó a hacer de su living un estudio de grabación. Tan buena le resultó esa experiencia, en la que le puso el cuerpo a una psicóloga que atiende a sus pacientes por videollamada, que no dudó en aceptar en sumarse a “En Casa-Miento”, una experiencia por streaming que protagonizará junto a Boy Olmi, claro, desde el ya conocido living de su casa.
Con dramaturgia y dirección de Nacho De Santis y Sebastián Suñé, se trata de una producción de Nün Teatro que nació como una forma de reinvención frente a los tiempos pandémicos que nos toca atravesar, contada por historias ligadas a una trama en común: una fiesta de casamiento. “La madre, el tío y el vestido” es el capítulo que protagonizarán Carola y Boy y que tendrá funciones, desde el 8 de agosto, durante los restantes sábados del mes. Las entradas se encuentran a la venta por Alternativa Teatral y tienen un costo de $350 pesos.
En diálogo con EL DIA, la reconocida actriz se refirió a los desafíos de animarse a romper con las tradiciones de la actuación convencional, mientras lo establecido se acomoda para volver a un cauce natural, y a la fortuna de tener en qué poner los pensamientos en estos días virales.
-Estás teniendo una cuarentena súper activa y creativa.
-Es algo que agradezco tanto porque en cuanto dejás de estar en algo, aparecen todos los fantasmas. Me parece que esto de estar ocupado en algo te mantiene un poco más alejado de la preocupación, porque estás en la ocupación. Eso está buenísimo. Estamos muy enganchados porque estamos apostando a algo muy novedoso. Y también es algo muy celebrado en el sentido de que toda la gente está haciendo posible el hecho de que actores, técnicos, escritores y directores tengamos laburo, y de que podamos generar hechos creativos en este momento donde todos lo estamos necesitando, y donde parecía que el aislamiento iba a impedir que el hecho artístico se concrete y es todo lo contrario.
-Han surgido cosas increíbles.
-Sí. Y realmente estamos todos de acuerdo en que hay que sacar estas palabras sobre si es teatro, si no es teatro, porque en este momento no sirven de nada. Me parece que estamos todos embarcados en una experiencia muy novedosa, que hay que seguir explotando y explorando.
- Con “Terapia en cuarentena” fuiste pionera en esto de grabar desde tu casa, ¿cómo es la experiencia?
-¡Parece que fue hace un montón! Yo era una psicóloga que atendía en el living de casa, mi living era el decorado. Poníamos la cámara y grababámos ahí. Pero de repente se estiraba la grabación, porque era un montón de rato el que yo grababa en mi casa, y llegaba Boy que tenía que hacer un vivo y lo hacía en el mismo lugar, el mismo set. ¡Mi casa pasó a ser el estudio! Y era como ‘qué locura todo esto’. Nunca me hubiera imaginado que mi casa se convertiría en un set de rodaje.
-¿Te costó mostrar la intimidad de tu hogar?
-Al principio fue como ‘qué raro todo esto’. Me costó, pero ahora está tan incorporado… Y no es sólo acá sino en todo el mundo porque cualquier cosa que ves está hecho así. Hay algo de esto que ya está, que ya trascendió, y ya se muestra: lo lindo, lo feo, lo que está arreglado, lo que no. Los detalles son lo menor. Incluso hay algo atractivo. Uno ya está acostumbrado a esa intimidad. Es rarísimo.
-¿Y cómo te manejaste con lo técnico? ¿Fue un desafío?
-Ahora me hago la canchera porque ya me acostumbré. En “Terapia en cuarentena” todos los teléfonos, que eran las cámaras, estaban manejados por control remoto por otros técnicos que estaban en su casa, como hackers, que equilibraban los colores, balanceaban las cámaras. Al no estar en vivo había otra posibilidad. Pero estábamos estáticos, había tiempo para poner las luces, no te movías y la cámara estaba operada por otro.
-Muy diferente a “En Casa-Miento” que tiene el vértigo del vivo y lo graban ustedes.
-Es muy diferente. Y acá estamos tratando de descubrir cómo es este lenguaje. Porque una cosa es estar en la previa en el teatro, hay toda una estructura que estamos habituados, hay un camarín, hay un asistente. Acá estás en tu casa... Realmente es muy raro y estamos cada uno buscando por dónde. Pero yo lo celebro porque tiene que ver con la pulsión de vida, con estar vivo, con seguir adelante. Usar las herramientas que tenemos a la mano, en este momento. Si uno espera ahora un teatro lleno en este momento, imaginate...
-Hay que reinventarse.
-Si bien nadie va a vivir de esto, porque no es que estamos salvados por hacer teatro por streaming, es una manera de poner en marcha la actividad, de hacerlo rentable. Es una oda a la creatividad y cuando digo creatividad no hablo solo de lo original o de lo loco, sino del hecho de crear algo. Creo que de alguna manera eso pone de manifiesto que la creatividad y lo artístico no se detiene porque es parte inherente y necesaria del ser humano. “Terapia en cuarentena”, por ejemplo, fue un proyecto humilde en el sentido de que es algo chiquito, pero no sabés las devoluciones que tuvimos. De hecho, fue lo más visto de Contar. Entonces, el propósito de lo artístico, que es la identificación y la distracción, el hecho de no sentirte tan solo en este momento de soledad, se cumplió.
-Contame de la historia de “La madre, el tío y el vestido”.
-Yo soy la madre de la novia, Boy es mi hermano, que llega al país después de casi veinte años. La historia se desarrolla después de la fiesta de casamiento.
-¿Cuánto hacía que no trabajaban juntos?
-Hace un montón. No recuerdo cuándo pero creo que después de “La Niñera” (2004) no habíamos hecho nada. Mirá qué loco. Muchas veces nos han ofrecido obras pero, bueno, esto de juntar la pareja, el trabajo, el teatro todos los días... A veces preferimos separarnos un poco. En este caso, la propuesta era atractiva, muy genial y era un desafío que nos entusiasmó para ver qué onda... Nos reímos con los chicos imaginando si después de esto llega el divorcio o salimos a hacer gira. Veremos...
“Nunca hubiera imaginado que mi casa se convertiría en un set de rodaje”
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE