Suman dos arrestos por el tiroteo en Santa Ana

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El ataque a una vivienda situada en 526 entre 155 y 156, entre la noche del domingo 19 y la madrugada del lunes 20, donde fue gravemente herida una joven de 18 años, ya tiene a todos los responsables detenidos, según la pesquisa: cuatro hermanos del mismo barrio.

La hipótesis derivó en los arrestos por parte de la Dirección de Investigaciones de La Plata (DDI), ayer, de un joven de 22 años y un hombre de 40, identificados por la Policía como Nahuel y Marcos Moreira, respectivamente.

Según, indicó una fuente de la pesquisa, son hermanos de los primeros dos arrestados por policías de la comisaría de Melchor Romero, dos hombres identificados como Walter y Tomás Moreira, de 35 y 38 años. Habían caído en las horas posteriores al hecho y vecinos de la zona salieron a protestar a la calle contra la línea investigativa que señalaba a esa familia en el tiroteo. Entonces, hubo barricadas durante varias horas en 520 y 155.

Las policías a cargo de la pesquisa que instruye el fiscal penal Marcelo Romero (UFI Nº 6) concluyeron que en la noche del domingo 19 se concretó un ataque a la casa en la que Lucas Serrano (19) vive junto a su madre y varios de sus hermanos y hermanas.

El joven fue detenido también esta semana en el marco de la causa derivada del tiroteo. Sin embargo, las causas que acumula, al menos media docena en un lapso de cinco días, se generaron en denuncias por violencia y abuso de armas registradas en la semana previa al ataque a tiros en su casa. Los investigadores calculan que los acusados tenían intenciones de agredirlo al Serrano cuando habrían disparado decenas de balas contra su familia.

Una de las víctimas de aquella balacera denunció que la vivienda fue atacada en una ráfaga interminable y uno de los agresores llegó a introducir el caño de un arma por el agujero de una pared para disparar hacia el interior.

El resultado fue calamitoso: una adolescente de 15 años, familiar de Serrano recibió un disparo en una mano y un amiga, que estaba de visita, recibió tres tiros. Una de las balas ingresó por un hombro, afectó dos vértebras y dañó la médula de la chica. Como resultado de la lesión podría quedar afectada por paraplejía.

Fue esa noche, según denuncian en los barrios Santa Ana y Don Fabián, uno de los capítulos más sangriento de una serie de enfrentamientos que se veían desarrollando en los últimos meses. Se enmarca en esa seguidilla el asesinato de Micaela Martínez (18), el 10 de mayo. La joven fue alcanzada por un disparo cuando caminaba por la calle, a la altura de 157 y 526 junto a una amiga y un amigo. Se sospecha que el disparo iba dirigido hacia el joven que estaba a su lado, vinculado también con la violencia en el barrio.

 

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