“Alta mar”: La serie de enigmas a bordo llega a su final

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Una historia a lo Agatha Christie en un entorno estilo “Titanic”. Así es “Alta mar”, la serie española de Netflix que estrena mañana su tercera y última temporada, que comenzó en 2018 con un crimen por resolver a bordo de un crucero de lujo que zarpa rumbo a Brasil desde la España de los años 40 y que a lo largo de tres entregas ha desarrollado nuevos personajes, nuevas intrigas y hasta conexiones con Argentina.

La trama, creada por Ramón Campos y Gema R. Neira de Bambú Producciones, es una verdadera superproducción: ha sido recreada a lo grande en dos platós que suman casi 2.000 metros cuadrados en la localidad madrileña de El Álamo, a 40 kilómetros de la capital. Y consiguió convertirse en una de las preferidas de la teleaudiencia, por lo cual fue renovada para dos temporadas más tras la segunda parte, aunque los creadores decidieron no estirar las tramas sobre la embarcación y dar cierre a la historia en esta tercera parte, de ocho episodios, que llega mañana a Netflix.

La tercera parte transcurre cuando tras un año y medio en Argentina, el Bárbara de Braganza es testigo del reencuentro de las hermanas Eva y Carolina Villanueva en un viaje que las llevará de Buenos Aires a Veracruz. Ambas han cambiado. Carolina es propietaria de otro barco, y Eva oculta una misión que llevará a cabo con Fabio, un espía brasileño que quiere detener a un científico que viaja a bordo con una poderosa arma letal. Que no es nada menos que ¡un virus! Tremendo timing. Así comienza una nueva trama de misterios, espionaje y peligros en compañía de nuevos personajes interesados en el arma y que no dudarán en matar a cualquiera que se interponga en su camino.

Desde ya, vuelven viejos favoritos como Nicolás Vázquez (Jon Kortajarena) y el Capitán Santiago Aguirre (Eduardo Blanco); y se suman nuevos, como Nicolás Francella, y un tal doctor Ayala, interpretado por Pep Antón Muñoz, por lo que muchos creen que es el mismo personaje que personificó en “Gran Hotel”.

El resto se mueve por las líneas de siempre: “Hay elementos de Agatha Christie, de thriller tradicional, de romance, pero hay una variante que me interesa mucho y son las diferentes capas sociales que integran este universo”, ha señalado a José Sacristán, otro de los protagonistas de la serie.

“Alta Mar” se mantiene fiel al estilo de esta productora, especialmente a series como “Gran Hotel” o “Las chicas del cable”, historias agradables a la vista, con tramas que enganchan pero fáciles de entender para cualquier tipo de espectador.

El peso recae en los de Ivana Baquero y Alejandra Onieva, que dan vida a Eva y Carolina, dos hermanas inseparables pero muy diferentes que en el arranque de la serie se meten como polizón, en busca de una nueva vida, en el barco a una misteriosa joven cuya vida corre peligro. Esa nueva vida las rodeará de aventuras, pero también de peligro. Y, como en las novelas de Christie, todos los pasajeros son sospechosos y se invita al espectador a que haga sus apuestas.

 

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