Fue abucheado en el adiós a la jueza Ginsburg

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Un grupo de manifestantes abucheó ayer al presidente Donald Trump, que acudió a la Corte Suprema para homenajear a la fallecida jueza progresista Ruth Bader Ginsburg, pero fue recibido con gritos pidiendo que se “honre” el deseo de la magistrada de no ser reemplazada hasta después de las elecciones de noviembre.

Antes de que Trump saliera de su vehículo, la multitud lo recibió con abucheos y gritando “voten para sacarlo”, en referencia a los comicios del 3 de noviembre; y “honren su deseo”, en alusión a la última voluntad de Ginsburg, que murió el viernes pasado a los 87 años.

Trump llegó al tribunal junto a su esposa Melania, ambos con barbijo negro. Allí guardó un minuto de silencio y partió raudo de vuelta a la Casa Blanca.

Este desplazamiento es poco habitual en el mandatario, que nunca participa de los homenajes a figuras que no son de su campo político. Trump planea nombrar mañana a su candidata para llenar la vacante dejada por Ginsburg en la Corte. (AFP)

 

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