Nada nuevo bajo el sol: otros dos casos con golpes y sangre

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El ataque que sufrió Daniel Miño, si bien extremo, no es una novedad para los choferes de remises. En esta cuarentena que llevaba seis meses hubo varios episodios violentos de ese tipo.

Dos de los casos más salientes tuvieron lugar en barrios linderos: Altos de San Lorenzo, en mayo, y Villa Elvira, hace una semana.

En el primero fue víctima un hombre de 43 años, a quien una patota (presuntamente de menores) golpeó y apuñaló en la cuadra de 78 bis entre 17 y 18. Le robaron la billetera, el celular y otras pertenencias. Antes de abandonar la escena, el que iba armado le asestó un puntazo en el muslo izquierdo.

En tanto, en 1 y 85 policías de la comisaría octava detuvieron a tres personas acusadas de golpear a un remisero que se había negado a trasladarlos y de provocar daños en su vehículo. Según dijo la víctima, eran dos hombres y una mujer, que parecían alcoholizados y se comportaban “de forma violenta”.

 

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