La tranquilidad del plantel fue alterada por las bombas

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Una práctica que tiene tantos años como la Copa Libertadores misma, fue puesta nuevamente en práctica por un grupo de fanáticos seguidores de Santos, en la concentración de Boca, durante la madrugada previa al cruce que anoche definió al segundo finalista del más importante certamen a nivel clubes del continente.

Con absoluta libertad, porque los hombres encargados de garantizar la seguridad en el hotel donde se alojó la delegación argentina, hicieron detonar bombas de estruendo en la puerta y otros sectores de las inmediaciones.

Las explosiones comenzaron a escucharse pasada la medianoche y no pararon hasta las 6 de la mañana.

el objetivo fue alterar el descanso del grupo

La sucesión de ruidos molestos tuvo como objeto alterar el descanso, y la tranquilidad, de los jugadores en las horas previas de la revancha del empate sin goles registrado en la Bombonera la semana anterior.

En realidad, la situación pasó casi desapercibida para el equipo Xeneize, alojado muy lejos del ruido, porque quienes se encargaron de elegir las habitaciones lo hicieron optando por un piso lo más alejado de la planta baja, para evitar una situación que se repite, más particularmente con equipos argentinos y en instancias definitivas.

Boca esperó el encuentro de anoche en el estadio Urbano Caldeira concentrado en el hotel Sheraton de San Pablo, y mientras hubo miembros de la delegación que efectivamente ni se enteraron de las explosiones, otros en cambio se manifestaron en contra de este tipo de agresiones para sacar alguna ventaja.

una zona liberada

Llama la atención que los hombres encargados de la seguridad “liberen” los sectores donde entran en acción los fanáticos e incluso que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), tan aplicada en temas vinculados directa e indirectamente con los partidos organizados por competencias propias no adopte medidas.

La historia volvió a repetirse entonces, aunque el equipo Xeneize descansó en forma normal y en la mañana de la víspera sus integrantes fueron bajando en forma escalonada para desayunar en condiciones normales, empezando así el día que finalizó con la revancha frente a Santos.

Por la mañana, más que las bombas de estruendo, el tema central pasó por tratar de certificar cuál sería la formación titular que comenzaría el juego, porque Miguel Ángel Russo mantuvo un absoluto hermetismo al respecto.

Tras el partido, la delegación boquense emprendió el viaje de regreso en vuelo chárter, y hoy el plantel tiene previsto realizar una práctica en Ezeiza.

 

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