Descontrol en plazas de la Ciudad, invadidas por los motociclistas

Este fin de semana las quejas llegaron por el predio de 19 y 44, donde particulares y servicios de delivery la transitan a toda velocidad. En otros espacios públicos hay denuncias similares

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Las plazas y parques han ganado protagonismo el año pasado, signado por la pandemia de coronavirus y las restricciones que se impusieron para los encuentros sociales. Fueron uno de los primeros lugares donde acudieron los vecinos para celebrar cumpleaños, hacer actividades deportivas en grupo, buscar un respiro ante tanto encierro generalizado. Sin embargo, también se transformaron en un peligro, porque los motociclistas intensificaron su presencia, desarrollando altas velocidades en varios casos y ante eso llegó el reclamo vecinal, como ocurrió en plaza Azcuénaga, de 19 y 44, donde los rodados generan temor y preocupación a los asistentes de este espacio público muy concurrido.

Quienes viven en las inmediaciones de Plaza Azcuénaga manifestaron su preocupación por una situación que se viene repitiendo en el último tiempo y que se hace cada vez más común: la circulación de motocicletas en las plazas, sobre todo de parte de repartidores de delivery.

Así lo denunciaron vecinos próximos a ese espacio verde de 19 y 44, quienes además consignaron que “es una imagen que se repite todo el tiempo”.

“Los motociclistas, en especial los que hacen delivery, circulan atravesando la plaza, poniendo en riesgo a niños y adultos que andar por el lugar”, aseguró Gustavo, un frentista de esa zona cercana al centro platense.

Según el vecino “alcanzamos a ver a un hombre particular en moto, pero es más común con los servicios de delivery”.

“Como sea, está mal porque es un peligro, es una plaza, no una calle ni una avenida”, agregó, preocupado por lo que puede pasar cuando hay chicos jugando en esos predios.

Asimismo sostuvo que “en el lugar hay un centro de monitoreo pero no hacen nada”. También contó: “le pregunté a los empleados del centro de control para qué estaban y no me supieron decir”, señaló.

ENCUENTROS CLANDESTINOS

Las plazas se transformaron en los últimos meses en escenario de encuentros clandestinos de jóvenes que provocaron el reclamo generalizado de los vecinos de esos espacios públicos.

Ni bien comenzaron las primeras señales de cierto relajamiento de las medidas restrictivas por el coronavirus, plaza Malvinas fue foco de conflicto.

En el predio de 19 a 20 y de 50 a 54 se juntaban por las noches numerosos motociclistas, ciclistas y jóvenes que llegaban caminando para tomar bebidas alcohólicas, escuchar música a alto volumen y también, según el relato vecinal, hubo picadas con las motos con caños de escape liberados, lo que generó la imposibilidad de conciliar el sueño y lograr el merecido descanso de los vecinos.

La continuidad de esas prácticas derivó en un mega operativo de distintas fuerzas de seguridad que desalojaron la plaza en una de las noches de reuniones sin permiso en la vía pública.

Luego, esa situación de descontrol se mudó a otras plazas y parques de la Ciudad, como así también al Paseo del Bosque donde se vieron imágenes más que preocupantes.

El parque Castelli fue escenario de las quejas de los vecinos de la zona de 66 a 64 y de 24 a 26, hasta que también se hizo otro operativo de agentes municipales y provinciales para combatir esos encuentros que generaron reclamos vecinales y preocupación sanitaria.

En las fiestas de fin de año de 2020, el Paseo del Bosque fue foco de las miradas de vecinos afectados por los ruidos molestos. También se observaron situación de descontrol absoluto, con jóvenes tomando alcohol, sin barbijo ni distanciamiento social, prendiendo fuego motos, provocando situaciones de peligro de toda clase en la zona, en horas de la madrugada de los fines de semana extra largo de Navidad y Año Nuevo.

 

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