Inseguridad en la Región: convivir con el delito se volvió cotidiano

A metros de donde un falso operario de ABSA desvalijó a dos jubiladas, motochorros le pegaron a un niño de 8 años para sacarle el celular. Y en un barrio de la zona Norte fuertemente movilizado en el reclamo por la seguridad, otros dos golpearon a un hombre con el mismo objetivo. A una docente le vaciaron (literalmente) su casa en Olmos. Y un vecino de Berisso vivió minutos de terror absoluto tras ser “raptado” por un delincuente a la salida de una cajero de esa ciudad. Mientras todo esto pasa, cientos de cadetes de la Vucetich recorren las calles de parte de la Región en prevención de delitos, según la información oficial. ¿Servirá? La experiencia es nueva.

Por lo pronto, cada vez son más los vecinos que están convencidos de convivir con los delincuentes, porque la problemática los golpea a diario.

Este diario expuso en su edición de ayer lo que padecieron dos jubiladas por el accionar de un estafador que, simulando ser operario de ABSA, logró desvalijar su casa de 3 y 36. Casi a la misma hora en que un equipo de EL DIA entrevistaba a las víctimas, un nene de 8 años era abordado por dos motochorros que le “pegaron un cachetazo para sacarle el teléfono celular”. Esto sucedió en 3 entre 36 y 37, a las 4 de la tarde del último jueves.

Más allá del susto y la pérdida, el chiquito está bien. Los asaltantes escaparon.

También el jueves, pero a las 20.15 y en Berisso, un jubilado de 60 años fue a los cajeros automáticos que tiene el banco Provincia en 4 y Montevideo, sin sospechar que alguien vigilaba sus movimientos. ¿O fue casualidad que al salir se topara con quien lo mantuvo cautivo por un rato? Es poco probable.

Lo que se sabe es que después de hacer la extracción de dinero el hombre salió de los cajeros y se subió a su automóvil Volkswagen Suran de color azul, casi al mismo tiempo en que un perfecto desconocido abría la puerta del acompañante. Paralizado por la sorpresa y el miedo, la víctima no atinó a nada. Además, el sujeto lo apuntó con un arma de fuego mientras le ordenaba que arrancara. “Lo obligó a conducir hasta Puente Roma”, dijo una fuente oficial, para luego, “en la rotonda, sustraerle una suma de 20.000 pesos, un celular marca y una cadena de oro”.

El dato positivo en esta historia es que la víctima no resultó herida, ya que una vez que obtuvo lo que pretendía, el ladrón abandonó el auto y se alejó caminando.

Minutos después, un poco más repuesto, el damnificado pidió ayuda y un móvil del comando de Patrullas se acercó al lugar donde estaba para obtener más datos del responsable. El hombre radicó luego la denuncia formal en la comisaría Primera de Berisso, donde iniciaron actuaciones por “robo calificado”, a instancias de la UFI 9 de Autores Ignorados.

Los investigadores esperan poder identificar al sujeto con material que pudieron haber registrado algunas cámaras de seguridad.

En Olmos, en tanto, una banda desvalijó la casa de una docente aprovechando que no había nadie.

Precisamente, la mujer supo que algo andaba mal después de que personal del sistema de vigilancia la llamó a su teléfono móvil mientras ella estaba trabajando, para avisarle que se había activado la alarma en su propiedad de 217 y 48.

Preocupada, la mujer se puso en contacto con un vecino de confianza para pedirle que se diera una vuelta por su vivienda, con la esperanza de que fuera una falsa alarma. No lo era.

El vecino no tardó en llamarla para contarle que en la puerta de la finca estaba estacionado un Ford Focus con al menos cuatro hombres que “cargaba los electrodomésticos de la casa”. Aparentemente descubrieron que alguien los observaba, por lo que optaron por huir. Y el hombre decidió seguirlos. Según la información oficial, lo hizo hasta ruta 36 y 44, los perdió de vista. Más tarde, la víctima confirmó que los intrusos habían ingresado tras romper la puerta de acceso. Los ladrones se llevaron, entre otras cosas, un microondas; una cava; una computadora; un televisor y una barra de sonido. La denuncia se radicó en la comisaría 15, de Olmos.

Por último, dos motochorros atacaron a golpes a un hombre en 510 entre 19 y 20, en el límite de Hernández y Gonnet, para robarle un celular. Tuvo que recibir asistencia médica.