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Espectáculos |Estreno en la pantalla grande

“Venom: Carnage liberado”: el retorno del antihéroe más bizarro

La segunda entrega de la saga llega el jueves, buscando subirle el volumen a lo que funcionó en la cinta original: el extraño tono, entre comedia, farsa y horror, que alejó a la primera del cine superheroico típico

“Venom: Carnage liberado”: el retorno del antihéroe más bizarro

Tom Hardy toma las riendas en la segunda parte de “Venom”, que produce

5 de Octubre de 2021 | 02:33
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Si “Venom” de 2018 dejó una conclusión ampliamente aceptada, es que cuando dejas que Tom Hardy se suelta, suceden cosas buenas. No todo funcionó en la película, una historia más oscura y viscosa adyacente al “Spider-verso” de Sony Pictures. Pero “Venom”, encabezada por Hardy como una especia de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, logró liberarse de algunos de los ritmos prescritos de las cintas de superhéroes.

Por eso, por su apuesta a la extrañeza, por su movimiento entre la comedia y el horror, llamó la atención y fue bienvenida: por escenas como la que protagoniza el periodista Eddie Brock (Hardy), que abrumado por el simbionte alienígena que vive dentro de él (Venom, un hulk alienígena viscoso y de aspecto siniestro cuya voz también hace Hardy) termina víctima del apetito voraz de la bestia y salta dentro de un taque de langostas. Hardy improvisó la escena: lo que se suponía que iba a ser un decorado de fondo se reconstruyó para apoyarlo y generó el momento decisivo para una franquicia de cómics extraña y deformada.

“Ese tono fue lo que todos acordaron universalmente que era el epicentro de este mundo”, dice Andy Serkis, director de la secuela “Venom: Let There Be Carnage” (“Venom: Carnage liberado”), que llega a los cines el jueves. “Ese es precisamente el momento de prueba del que partimos”.

“Venom: Let There Be Carnage” es una nueva entrega del universo arácnido según lo imagina Sony, la empresa dueña de los derechos de los personajes del mundo arácnido que si bien presta a Peter Parker a Marvel para aprovechar los taquillazos, quiere también explotar al resto de las criaturas de ese universo para su propio beneficio. Así, de hecho, nació “Venom”: como un intento de aprovechar un personaje popular (en la serie animada de los 90, la saga de Venom era la más popular) para lanzar un universo propio, al margen del universo superheroico de Marvel, donde habita Peter Parker. Todavía no queda claro si estos dos mundos, en algún momento, volverán a cruzarse, aunque muchos esperan algún guiño al respecto en la próxima “Spider-Man”, que presentará a varios personajes de anteriores versiones del universo arácnido.

LO QUE FUNCIONÓ Y LO QUE NO

La película llega el jueves a los cines después de un año de retraso debido a la pandemia, y extiende lo que podría ser la serie de superhéroes más extraña que existe: el conflicto dominante tiene menos que ver con salvar el mundo y más con una pareja muy rara unida en un solo cuerpo. Y dado que los dos papeles principales son interpretados por el mismo actor, es una película de cómic centrada en la interpretación libre y despreocupada de un actor.

“Lo emocionante es poder ahondar en la psique humana y la paradoja de la condición humana e interpretarlas en un thriller de acción de superhéroes y farsa”, dice Hardy. “Las máscaras de Eddie Brock y Venom son desbordadas, pero en última instancia son las dos caras de la misma moneda”.

La primera cinta fue un éxito en la taquilla, pero a la crítica no le gustó. Hardy tomó nota

Para los estándares de las películas de superhéroes, el primer “Venom” fue un poco arriesgado. Venom es un personaje de Marvel relativamente marginal; las películas, dice Serkis, “nadan en el extremo más oscuro de la piscina de Marvel”. Pero a pesar de que las críticas no fueron muy buenas, la cinta fue un éxito de taquilla al recaudar 856 millones de dólares en todo el mundo.

“Cuando salió, a los críticos no les gustó, lo cual es bastante justo, y al público sí le gustó. Funcionó bastante bien, lo suficiente como para que Sony hiciera otra”, dice Hardy. “Tuvimos que hacer un informe y prepararnos y decir: ‘¿Qué funcionó aquí? ¿Qué no funcionó? ¿Qué podemos hacer mejor?’”

Para la secuela, Hardy asumió un control más firme. En el primer “Venom”, el actor dijo que unos 30 minutos de escenas quedaron en la sala de montaje. Esta vez recurrió a Serkis, el actor y director conocido por su extenso trabajo en la interpretación con captura de movimiento, para que continuara la labor del director de la original, Ruben Fleischer. Hardy también participó en la configuración de la secuela; a él y a Kelly Marcel (coguionista de “Venom”) se les atribuye la historia de la película. Hardy es además productor, una novedad para él en un largometraje.

“Poner tu sombrero en el ring es un paso lógico. Kelly y yo le preguntamos a Sony si nos darían la oportunidad de presentar una propuesta para la segunda película”, dice Hardy. “Y ellos dijeron, ‘por supuesto’”.

LA TRAMA

“Let There Be Carnage” da un giro gótico al llevar a Brock a la órbita de un asesino en serie, Cletus Kasaday (Woody Harrelson). Kasaday atrae a su propio simbionte, Carnage, lo que le permite escapar de prisión. La secuela también trata sobre Brock y Venom atravesando lo que Serkis llama “la comezón del séptimo año” en su relación, ya que ambos anhelan la independencia. En una escena ambientada para Louis Prima, Venom le prepara el desayuno a Hardy para animarlo.

En el set, Hardy normalmente se retiraba a una esquina para grabar sus diálogos de Venom, que se ajustaban con un modulador de tono. Luego, mientras interpretaba a Brock, los diálogos de Venom se reproducías a través de un auricular. Serkis dice que el sistema de Hardy resultaba “hipnótico” de mirar. Para Hardy, actuar contra sí mismo se ha vuelto un proceso familiar.

En “Venom 2” no hay que salvar el mundo, sino investigar a un asesino en serie

“Me he acostumbrado a verme como un trozo de carne y a observarme desde afuera como, ¿qué quiero hacer con mi vehículo? Está bien, Tom no funciona correctamente. ¿Qué no funciona?”, dice Hardy.

“Puede parecer esquizofrénico y aprecio parecer enojado cuando lo estoy haciendo”, agrega Hardy. “Ojalá también lo vean en la pantalla: la naturaleza frenética y maníaca de alguien lidiando con dos personalidades”.

 

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Tom Hardy toma las riendas en la segunda parte de “Venom”, que produce

Woody Harrelson es Cletus Kasaday, asesino en serie

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