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Alessia Cara: “Con la industria tengo una relación de amor-odio”

La canadiense ganadora del Grammy acaba de lanzar su tercer disco, un trabajo a corazón abierto donde revela sus luchas internas

Alessia Cara: “Con la industria tengo una relación de amor-odio”

Alessia Cara lanzó su tercer disco, “In The Meantime”, escrito durante el encierro pandémico

Pedro Garay

Pedro Garay
pgaray@eldia.com

5 de Octubre de 2021 | 02:32
Edición impresa

“Pensé que sería más fácil mientras fuera creciendo… y ha sido lo opuesto”, se ríe Alessia Cara: con 25 años, acaba de lanzar su tercer disco, pero “In The Meantime” tiene en sus 18 temas más preguntas que respuestas, muchas más dudas que certezas que su primer disco, “Know-It-All”, lanzado en 2016 y que significa literalmente “sabelotodo”.

“Mi primer álbum tenía más respuestas que ningún otro. Es que cuando una es adolescente siente que sabe todo, levanta el puño y predica, a una misma, a todo el mundo”, afirma la cantautora canadiense ganadora de un Grammy, en diálogo con EL DIA. Sin embargo, “mientras más una crece, más te golpea la vida en la cara”, dice la artista cuyo segundo trabajo se llama “El dolor de crecer”. “Entonces, para mi tercer álbum, uno pensaría que sé todavía más cosas, pero es increíble cómo uno mientras más crece, menos sabe. Y creo que es importante ser honesto con uno mismo: uno no solo no siempre tiene las respuestas, y no tiene por qué tenerlas. Nadie sabe cómo ser una persona, es la primera vez de todos intentándolo”.

Es por eso que “In The Meantime” no tiene problemas en plantear los interrogantes que recorrieron a Cara durante la composición del disco, tiempos para colmo pandémicos, de gran incertidumbre, y envuelve esas dudas, esa incertidumbre, esa melancolía, en un compendio de canciones que vuelve a moverse entre el pop tradicional y el R&B, aunque ampliando sustancialmente la paleta de colores de Cara con coqueteos con el jazz, el hip hop y más.

Una versatilidad que se expande, pero ya era parte de su carrera, como demuestra haber participado en el box-set tributo a Metallica, “Blacklist”, lanzado en septiembre (junto al trío mexicano de mujeres The Warning grabó “Enter Sandman”), además de haber escrito e interpretado la canción de la película de “Paw Patrol”, “The Use In Trying”, y “Feel You Now”, el tema de “Blade Runner: Black Lotus”, serie de anime en base al clásico de ciencia ficción. “Crecí viendo anime y me encanta que la protagonista sea una mujer”, dice sobre la propuesta de pronto aterrizaje en las pantallas.

“Definitivamente” quería explorar los límites, dice Cara, que quería jugar con su sonido “desde siempre”, pero necesitó “madurar como artista” para lanzarse. “Cuando recién empezás es fácil caer en esa presión de ‘encontrar tu sonido’. Pero con el tiempo me he dado cuenta de que ‘mi sonido’ son mis palabras, la forma en que escribo por encima de una nube de sonidos, mi cadencia, mi forma de decir las cosas. Así que no importa de qué esté hecha esa nube, seguiré siendo yo. Darme cuenta de eso me permitió tener más libertad para probar diferentes sonidos, divertirme, no restringirme tanto”.

Y la personalidad de sus letras no es solo la cadencia única de la susurrada voz de Cara, sino su contenido, sus palabras: lejos del pop edulcorado lanzado por decenas de adolescentes artistas, Cara lucha por ser honesta.

Y la lucha es desgarradora, y como demuestran los 18 catárticos temas del disco, no es una línea recta hacia la sanación definitiva: al contrario, el proceso de ser honesto con uno mismo para sanar es caótico, confuso, con idas y vueltas, y, otra vez, sin respuestas al final. “He tomado muchas formas en los últimos dos años, desde el inicio de la pandemia, y he atravesado muchas olas diferentes, momentos difíciles, pero también he aprendido mucho y he sanado mucho. Creo que hablás con una ‘yo’ más sofisticada y, espero, más fuerte”, dice Cara.

Todo queda retratado en sus canciones: “¿Y si he dejado mis mejores días atrás? ¿Serán los mejores días aquellos a los que sobrevivimos?”, lanza en “Best Days”, uno de los puntos altos de un disco donde Cara habla de insomnio y de necesitar un descanso de sus sentimientos, como en el primer corte, “Sweet Dreams” (“la vida no es tan mala cuando duerme”, lanza con ironía) más a menudo que de romances hormonizados y volátiles. “Escribir me ayuda a entenderme un poco. No soy muy buena expresándome en una conversación, en la vida regular, así que mi forma de entender y lidiar es escribiendo”, confiesa Cara.

No es extraño entonces que enfrentada con el súbito encierro pandémico, la canadiense haya tomado lápiz y papel para componer. Y enfrentarse, otra vez, a ella misma.

“No quiero hablar por todo el mundo, pero creo que muchos dicen lo mismo: pasar mucho tiempo con vos misma puede realmente hacerte aprender mucho de vos misma. Vivimos en una sociedad impulsada por la distracción, el trabajo, el vértigo… Así que ese freno inesperado nos hizo sentarnos con nosotros mismos por un rato: en mi caso no fue fácil, llevo siete años de gira, grabando temas, no he tenido ni dos meses en casa en esos siete años, esta fue la primera vez en mucho tiempo. Muchas letras tienen que ver con esas dificultades, con ese no tener distracciones, con enfrentarse a uno mismo”, explica.

“Quiero representar a las chicas que no son tan glamorosas, yo nunca tuve a nadie que me representara en la música pop”

Ahora, la industria musical que habita Cara es reflejo el vertiginoso mundo moderno que nos distrae y nos aplasta y no nos deja frenar que la artista ha criticado en sus canciones y fuera del escenario. “Tengo una lucha interna con eso”, acepta Cara. “Amo mi trabajo, pero con la industria tengo una relación de amor-odio: tenemos que lanzar contenido todo el tiempo, y el público tiene una capacidad de atención más corto… y puede ser difícil ser una mujer haciendo música, sentir que una es descartable a menos que constantemente esté escribiendo, y escribiendo de ciertas cosas, y luciendo de cierta manera…”

La joven artista sigue: “Una siente que si no está todo el tiempo en el radar de la gente, ya es noticia vieja, ya no es suficientemente buena, que si una no entrega constantemente, todo el tiempo, la gente se olvida. Y ese es todo un desafío porque yo respeto mi privacidad, mi tiempo, mi balance, pero la industria es muy demandante. No es fácil entender que una sí vale la pena y es suficientemente buena aunque una no ceda a esas demandas”.

Muy abierta sobre sus problemas de salud mental durante sus siete años creciendo como artista y mujer en una industria atroz, Cara intenta “ser firme en mis creencias, en la idea de que se puede ser una estrella de pop, sea lo que eso sea, y ser honesta, ser vos misma, no tenés por qué ceder ante las expectativas de lo que la gente cree que una joven mujer en la industria debería ser”.

“Siempre me rebelé contra ello, y desde ya no ha sido la opción más fácil, pero siento cierta responsabilidad: sé que las chicas que me siguen son maleables, sensibles, y quiero poder darles una figura a la que puedan admirar, alguien que por ahí no suena o se vea como el resto de las personas que están en la industria. Hay diferentes tipos de mujeres, y quiero representar a las mujeres que crecieron como yo, que no son tan glamorosas, que no son tan populares, que no tienen una voz grandiosa, porque yo nunca tuve a nadie que me representara en la música pop”.

En ese sentido, la oriunda de Ontario afirma que las redes sociales también son un problema y a la vez una posible solución. “Tengo una relación complicada con las redes sociales”, acepta, “pero nos ha permitido usar nuestras voces, ha empoderado a muchos a hablar contra las injusticias en la industria y en el mundo, y le ha permitido a muchos encontrar una comunidad”.

 

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