El más resistido le obsequió el desahogo que “salvó” la fiesta

Jaime Ayoví, que parecía no poder acomodarse al ritmo del partido, zafó al León. Los errores defensivos fueron el punto débil. Castro, el mejor

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Por MARTÍN MENDINUETA

@firmamendinueta

Sin haber ganado, Estudiantes logró terminar la noche del feriado con un sabor dulzón. El tan esperado reencuentro con sus hinchas tuvo demasiados vaivenes y parecía que lo iba a dejar tan triste como impotente.

La elogiable manera en que atacó durante el primer tiempo, y la alarmante forma en que defendió en varios tramos del capítulo final, hicieron que la velada cargada de palpable emotividad viajara, frenética, de un extremo a otro.

Estudiantes despertó admiración con la constante peligrosidad de Manuel Castro, e instaló preocupación , murmullos y críticas por la falta de un oficio mínimo para tomar las marcas dentro del área.

Justo el ecuatoriano que no despertaba apoyos en la tribuna le terminó obsequiando a esa gente un alivio brutal que no se olvidará fácilmente.

BUEN INICIO PINCHA, PERO COMPLICÓ LA ASTUCIA DE MARCO RUBEN

Envalentonado por la algarabía y el entusiasmo de su gente, el León del Ruso mereció más de lo que consiguió en el primer capítulo.

Temible en cada jugada de pelota detenida, con la movilidad de Matías Pellegrini, los movimientos interesantes de Gustavo Del Prete y, muy especialmente, las apariciones determinantes de Manuel Castro por la derecha de su ataque, Estudiantes tuvo energía y convicción para ir en busca del triunfo. Pero Fatura Broun, el travesaño y algunos caprichos de la suerte se unieron para que el huésped se fuera al descanso llevándose demasiado. También Marco Ruben sumó para su equipo.

Fue evidente como los hinchas albirrojos contagiaron su orgullo por volver a estar allí a sus jugadores. Y, al mismo tiempo, que los elegidos por Zielinski ingresaron con una elevada predisposición, procurando que la fiesta del regreso popular fuera completa. No pudo ser. Estudiantes cumplió bien una sola faceta del juego y, por eso, debe agradecer que rescató un punto.

LA FALTA DE SOLIDEZ DEFENSIVA LO LLEVÓ A LA CORNISA DE UNA CAÍDA

La ausencia del Corcho Rodríguez no generó problemas porque Bautista Kociubinski (genuino producto del semillero albirrojo) dio la talla que pedía la ocasión. Siempre ordenado tácticamente, con buen manejo del balón y carácter para imponer su presencia en el mediocampo, el pibe de City Bell (vive a pocas cuadras del Country) se ganó los aplausos y la confianza de todos, hinchas, compañeros y cuerpo técnico.

Los inconvenientes estuvieron entre los habituales integrantes de la última línea. Marco Ruben solo se las ingenió para incomodar a Noguera y a Rogel. Sus apariciones picando al espacio generaron alarmas que no terminaron en gol de casualidad.

Sánchez Miño no siente la marca y así lo demostró en la gestación del segundo gol de Central. Godoy apareció muy lejos de Infantino cuando este fusiló a Andújar de zurda.

El empate lo alejó momentáneamente de la pelea por primer puesto, pero le permitió “salvar” la fiesta que armaron sus socios con sentido de pertenencia.

Fue Jaime Ayoví el salvador. Ni más ni menos que el cuestionado delantero que todavía no entró en la sintonía fina del equipo. Ayer Estudiantes zafó por él.

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