Este es otro León, ataca muy bien y defiende como puede
Edición Impresa | 24 de Noviembre de 2021 | 02:24

Estudiantes mutó su estilo. Hizo un enroque entre virtudes y defectos. Antes, cuando llegó el Ruso, basaba su fortaleza en el reconocido oficio del mediocampista central y en la celebrada eficacia de sus zagueros. Ahora, sufre atrás y mete miedo en ataque. Ya no se la pasa rotando a los delanteros de su plantel para ver quién lo salva. Hoy, tiene su mayor virtud en el área rival. No hay margen para la duda. Gustavo Del Prete y Leandro Díaz hoy conforman una dupla muy brava que le está permitiendo facturar alaridos cada vez más valiosos.
Si consiguiera recuperar al menos parte de la solidez defensiva que ha extraviado, la expectativa por las fechas que faltan tendría mayores fundamentos.
LA DUPLA DE ATAQUE CONTINÚA ENCENDIDA Y ESO VALE MUCHO
Marcando mal, con problemas notorios para neutralizar a quienes lanzaban los centros desde las bandas, Estudiantes ganó la primera etapa porque sus dos delanteros, tan diferentes como complementarios, están pasando un gran momento.
En el torneo pasado, se elogiaba el rombo conformado por Andújar, Noguera, Rogel y el Corcho Rodríguez. Bueno, el panorama cambió bastante. Ahora, Estudiantes defiende como puede, como le sale y ha crecido de manera notable a la hora de atacar. Es peligroso con algunos aportes de los volantes, pero especialmente porque “Tuti” Del Prete y el “Loco” Díaz están hambrientos y confiados para sacudir la red.
El gol de Martín Ojeda se da, en gran medida, por la pasividad albirroja. Nadie impidió que sucesivos centros aéreos nacieran y cayeran en el área de Andújar. Ingenuo y débil en la marca, Estudiantes sacó del medio como lógico castigo de su falta de expertiz en esa faceta del juego.
CONTRAGOLPE Y JUEGO DIRECTO, ESPECIALIDADES QUE LE RINDEn
Fiel a la identidad que lo caracteriza desde el arribo de Ricardo Zielinski, con Zuqui como nuevo y esencial equilibrista táctico y emocional, apuesta por el libreto estratégico que mejor interpreta.
Seguramente, al técnico no le debe causar ninguna satisfacción constatar que el equipo ha bajado su rendimiento en la última línea. Lo bueno es que puede apostar a recuperar la mecanización perdida. Ensayando e incorporando mayor presión en la marca sobre quien recibe la pelota en las inmediaciones de su área, reducirá drásticamente el margen de error.
Estudiantes ha hecho una mudanza de sus virtudes. Y eso le ha dado un brillo especial porque los goles cambian la vida de un equipo. Mientras siga así de eficaz, sus sueños seguirán teniendo un gran sustento.
Martín Mendinueta
@firmamendinueta
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