Regalos y delito en Navidad: durante el brindis, robaron en cinco casas
Edición Impresa | 27 de Diciembre de 2021 | 02:36

Como sucede cada año para el 24 de diciembre, miles de familias de la Región volvieron a reunirse para compartir el clima de festejo y alegría que genera la Navidad. Como es sabido, estas reuniones dan lugar a que muchas casas queden deshabitadas y, de este modo, se terminan transformando en un blanco ideal para la delincuencia.
Ese fue el caso de cinco familias platenses, que en las últimas horas transformaron la satisfacción de haber compartido un momento especial con los suyos en desazón y bronca por haberse convertido en víctimas de uno de los delitos más recurrentes en la Región: los escruches.
En una situación de contraste absoluto, mientras en cientos de hogares las familias brindaban y se fundían en abrazos, en cuatro puntos de la Ciudad bandas de delincuentes dejaban el espíritu navideño a un lado y comenzaban a ejecutar sus planes ilícitos.
Es que, según indicaron fuentes policiales, la mayoría de estos hechos ocurrieron en horas de la madrugada del sábado 25 de diciembre, cuando en La Plata todo era algarabía y festejo.
Mientras en miles de casas brindaban, los delincuentes se preparaban para “trabajar”
Según precisaron las fuentes, la seguidilla de escruches comenzó en un edificio ubicado en 50, entre 25 y 26. Todo parece indicar que el golpe fue dado minutos después de las 00 horas, ya que ninguno de los vecinos del cuarto y del tercer piso escucharon otros ruidos que no fueran las detonaciones de los fuegos artificiales.
Si bien el caso es materia de investigación, al menos dos ladrones ingresaron por una puerta que comunica con el garage y luego se trasladaron hasta el cuarto piso para iniciar la “faena”.
Los investigadores sospechan que los sujetos tenían planeado el golpe, ya que intentaron barretear la puerta de un departamento ubicado en el cuarto nivel y como no pudieron terminaron ingresando por el balcón. Para ello se dirigieron al departamento ubicado en el piso inferior, rompieron la puerta y escalaron.
Según explicó el vecino del tercero, del balcón del piso superior quedaron colgando sábanas que se cree que utilizaron para descender con el botín.
“Se ve que venían con una fija. La policía me comentó que hallaron marcas en la puerta de mi vecino que se corresponden con un intento de forzar la cerradura. Se ve que no pudieron romper la puerta, porque es una “Pentágono”. Por eso, terminaron entrando por mi departamento”, señaló una de las víctimas en diálogo con EL DIA.
El hombre especificó que, además de la rotura de la puerta, él no tuvo que lamentar mayores pérdidas.
“Como era de esperarse, algunas cosas se llevaron de mi casa. No mucho igual. Algunos pesos que había dejado en una mesita. Claramente el objetivo era el departamento de arriba”, conjeturó el hombre que se encontró con el desagradable escenario alrededor de la 1.30, cuando regresó a su casa después de una cena con amigos.
PETARDOS Y MÚSICA “DE ALIADOS”
Casi en forma simultánea, a poco más de diez cuadras, otra vivienda platense se convertía en blanco del delito.
Fuentes policiales confirmaron que en 40, entre 28 y 29, otra banda de ladrones usó en su favor el ruido de los petardos y la música para que nadie advirtiera su presencia. Aparentemente, los malvivientes ya contaban con el dato de que los dueños no iban a estar en la casa y con esa seguridad rompieron a patadas la puerta de una casa.
Una vez adentro, revolvieron a sus anchas cada rincón de la morada hasta reunir varios objetos de valor.
La misma suerte corrió un vecino cuya casa se encuentra en 26, entre 42 y 43.
Según precisó la víctima a la policía, temiendo que podría sufrir un robo durante su ausencia por cuestiones laborales le pidió a su hijo que le cuidara la casa.
El joven jamás imaginó que la cena de Navidad en la casa de unos familiares iba a terminar convirtiéndose en una ventana de tiempo ideal para los delincuentes.
Su hijo también temía sufrir un robo. Por ello, apenas el reloj marcó las 12, decidió apurar el trámite. Pero poco le sirvió la celeridad con la que procedió. Sin saberlo, al momento de brindar y abrazar a los suyos, también estaba pasando a formar parte de la larga lista de víctimas de escruches en la Región. Así se desprende de las imágenes captadas por las cámaras que aportó a la policía.
Se investiga si en todos los casos actuó una misma banda o se trata de episodios delictivos aislados
Al llegar a la casa, alrededor de las 00.15 del 25 de diciembre, se encontró con la puerta forzada y todos los espacios revueltos. Tras un rápido inventario, el joven detectó que los ladrones se llevaron un televisor, una máquina de cortar pelo, una computadora portátil, y dinero.
La seguidilla de escruches durante Navidad tuvo su último episodio en una vivienda ubicada en 27, entre 38 y 39. Cuando retornaba a su casa después de una jornada de relajamiento junto a la familia, el propietario vivió un tenso momento al advertir que un extraño vestido con ropas oscuras abandonaba su morada y se subía a un Fiat Cronos de color negro.
Todo apuntaba a que se trataba de un robo que recién acababa de acontecer. Temiendo que alguien más pudiera encontrarse en su casa, el hombre esperó varios minutos estacionado en la vereda de enfrente. Tras el arribo de un patrullero, el hombre ingresó a su casa y se encontró con un panorama desolador.
Además de hallar forzadas las cerraduras del portón y de la puerta principal de la casa, descubrió un desorden mayúsculo, un signo inequívoco de que la casa había sido vulnerada.
A medida que fue avanzando por su hogar, las decepciones fueron en aumento. Primero se dio cuenta de que su computadora ya no estaba. Luego descubrió el faltante de los celulares de la familia. Finalmente, el golpe más duro lo recibió cuando fue a revisar el lugar donde tenía guardados sus ahorros.
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