Golpearon salvajemente a un perro que evitó un escruche en un negocio

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Sus apenas 30 centímetros de altura, desde sus almohadillas hasta la cruz, su impronta de guardián y sus dientes un poco desgastados por la edad le bastaron a Tom, un perro mestizo de ocho años de oficio “cuidador”, para intimidar a tres ladrones y evitar que el negocio de su “humano” fuera desvalijado. Así lo sostiene éste, quien además afirma que, como contrapartida de ese acto de entrega y valor, Tom recibió una tremenda paliza que no le provocó fracturas pero que lo dejó muy sensible.

El intento de robo ocurrió el pasado lunes, en horas de la madrugada, en un pet shop ubicado en 44 entre 198 y 199. Según señaló Adrián, el propietario, vecinos le aportaron que alrededor de las 3 de la mañana vieron ingresar a tres sujetos en moto a una estación de servicio lindera. “Calculo que deben haber sido esos tipos los que saltaron el paredón que separa el patio trasero del local con la estación”, señaló.

También proyecta que fue en ese lugar en donde a Tom lo “agarraron a patadas”.

“Es muy guardián y seguro que cuando los vioentrar se les tiró encima. No vi marcas en la puerta trasera que demuestren que hayan intentado forzarla. Entre los ladridos y algún tarascón que debe haberles pegado, seguro se pusieron nerviosos y optaron por irse”, dijo. Como todas las noches, Tom se había quedado al cuidado del local. Por las mañanas, cuando llegaba su dueño, siempre lo recibía con mucha alegría. Pero el lunes fue distinto. Además de no aparecer, cuando Adrián lo quiso acariciar comenzó a quejarse. “Se ve que le pegaron mucho. Quizás para que soltara a uno. Ahora está con calmantes”, indicó.

 

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