Barrio Jardín y El Mondongo, dos zonas hermanadas por el ataque de delincuentes

Bicicletas, motos, garrafas y hasta cámaras de seguridad se han convertido en botín para ladrones que atacan a cualquier hora del día

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Cansados de ser víctimas de robos, asaltos, entraderas y escruches, vecinos de El Mondongo y Barrio Jardín decidieron hacer públicos los hechos de inseguridad que recientemente han sufrido con el objetivo de poner en perspectiva la situación que vienen atravesando por el aumento de la delincuencia en esas zonas en el último tiempo.

Uno de los frentistas que resultó afectado por esta problemática es Paulo Alberdi, un electricista de 34 años que fue víctima de un asalto a mano armada el pasado 10 de febrero, a plena luz del día, cuando circulaba en bicicleta.

“Eran las 3 de la tarde, me dirigía a lo de mi doctora y se me ocurrió pasar por la cochera que alquilo en 68 entre 4 y 5, para cancelar una deuda que tenía. En eso apareció un pibe con un arma que me apuntó a la cara y me dijo ‘dame la bici o te pego un tiro’. Nunca me había pasado que me apuntaran con un arma en la cara. Qué podía hacer. No me quedó otra”, detalló.

“El pibe me vio muy nervioso, yo me movía bastante. Por eso creo que no me pidió nada más y se fue”, añadió al tiempo que describió al sujeto como “una persona muy joven, de contextura física delgada y llevaba puesto barbijo y gorrita”.

Para Paulo el sabor amargo fue doble, ya que al robo que sufrió se sumó que la bicicleta marca Venzo modelo Amphion la había comprado 48 horas antes. “Me duró sólo dos días”, lamentó.

Sobre la situación en El Mondongo, sostuvo que “al barrio lo veo mal. No es algo subjetivo por lo que me pasó. Realmente está mal. Venden cocaína en muchas esquinas y sabemos lo que atrae la venta de droga. Se roban de todo, hasta el cobre de los medidores”.

Una peluquería ubicada en 115 entre 66 y 67, también fue víctima de un robo. Si bien los delincuentes no pudieron entrar en el local pese a intentarlo en varias ocasiones, terminaron llevándose una cámara que arrancaron tras subirse a la cortina.

En tanto, cerca de El Mondongo, en 10 entre 59 y 60, dos sujetos intentaron ingresar en un edificio, según afirman los vecinos, “para llevarse una moto”.

Las cosas en el Barrio Jardín no están mucho mejor. Un vecino denunció que en la madrugada del lunes dos sujetos ingresaron a su finca situada en 84 y 119 y le robaron dos garrafas. “Entraron entre la 1.20 y las 3.45. Calculo que deben haber sido los dos que están causando estragos en el barrio. Salí a buscarlos por todo el barrio y no me crucé a un solo patrullero”, detalló con bronca.

El frentista al que le robaron las garrafas no es el único que vive ofuscado en la zona por el aumento del delito. Indignada, una mujer señaló que se encuentra “cansada de tener miedo al escuchar por las noches a los ladrones caminar por su techo. Estoy en el pasillo de 118, entre 87 y 88. Aprovechan que no hay luz y se trepan por mi casa. Me canse de llamar al 911 y a Ponsati. Ya les dije que voy a poner 220w y si quedan pegados lo siento. El que avisa no traiciona”, dijo.

También sobre calle 84, pero entre 120 y 121, un vecino sufrió el robo de su bicicleta, a las 3.45 de la mañana del lunes. Según apuntó la víctima, los responsables del atraco resultaron ser dos chicos que se “dividieron tareas” para llevarse el rodado. Mientras uno descendió para tomar la bicicleta, su secuaz se quedó en el muro para recibir el botín.

 

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