EE UU vacunará a todos los adultos sin restricción de edad
Edición Impresa | 12 de Marzo de 2021 | 01:28

WASHINGTON
El presidente de EE UU, Joe Biden, dijo anoche en un discurso para marcar el primer año de la pandemia que la lucha contra el COVID-19 “está lejos de haber terminado” y anunció que desde mayo no habrá restricciones de edad para cualquier adulto que quiera vacunarse.
“Tenemos que trabajar para asegurarnos que todos tengan la confianza en la seguridad y la efectividad de las tres vacunas” que están siendo distribuidas en EE UU, el país con más muertos por el nuevo coronavirus.
En un discurso en el que no faltaron tonos de optimismo, Biden prometió que progresivamente todos los adultos sin restricción de edad podrán recibir una dosis de la vacuna a partir del 1 de mayo. Aclaró que esto no significa que todos los adultos vayan a estar vacunados para esa fecha, sino que “podrán ponerse en la fila”, pedir un turno y recibir la vacuna si así lo desean.
PROMESA CUMPLIDA
Asimismo, expresó que el próximo 21 de marzo, tras solo 60 días en el poder, habrá cumplido la promesa que hizo durante la campaña electoral de administrar 100 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 en sus 100 primeros días.
Por el momento, cerca de 64,1 millones de personas (un 19 por ciento de la población estadounidense) han recibido al menos la primera dosis de las vacunas de Pfizer o Moderna o la dosis única del preparado de Johnson&Johnson, y 33,9 millones (10 por ciento) están ya completamente inoculadas.
El presidente ya había adelantado hace días que, gracias a los contratos con las tres farmacéuticas con vacunas aprobadas, el Gobierno habrá recibido a fines de mayo suficientes dosis para vacunar a toda su población adulta.
Por el momento, tan solo Alaska ha tomado la decisión de abrir la vacunación a todos sus residentes mayores de edad, mientras que el resto de estados sigue limitando la inmunización a mayores de 60 o 65 años, personas con enfermedades de riesgo o grupos prioritarios como los profesores.
Ante estos buenos pronósticos, Biden anunció al país que para el próximo 4 de julio, Día de la Independencia, EE UU habrá recuperado cierta normalidad y las familias y amigos podrán reunirse en torno a una mesa para comer un asado. “Eso no significa grandes eventos, con muchas personas juntas, pero sí significa que un grupo pequeño podrá reunirse”, aseguró.
“Eso hará -añadió- de este Día de la Independencia algo verdaderamente especial, donde no solo conmemoraremos nuestra independencia como nación, sino que comenzaremos a marcar nuestra independencia de este virus”.
Sin embargo advirtió que las “condiciones pueden cambiar” y que los científicos han señalado que las cosas pueden empeorar nuevamente, si se extienden nuevas variantes del virus.
En este sentido, Biden pidió a los estadounidenses que sigan manteniendo las medidas de precaución como el lavado de manos, el distanciamiento social y el uso de mascarillas.
“Justo cuando estamos emergiendo de un oscuro invierno hacia una esperanzadora primavera y un verano no es el momento de desechar las reglas”, afirmó el mandatario.
En este marco, Biden condenó con firmeza los ataques racistas contra los estadounidenses de origen asiático desde el inicio de la pandemia.
El mandatario denunció los “despiadados crímenes de odio contra los estadounidenses de origen asiático que han sido atacados, acosados y culpados como chivos expiatorios” por la pandemia, originada en China.
Y lamentó que muchas de las víctimas estén en la primera línea de la pandemia intentando salvar vidas y que se vean “obligadas a vivir con miedo de caminar por las calles de EE UU”. “Eso está mal, es poco estadounidense y tiene que parar”, agregó.
Sin embargo, pidió no bajar la guardia porque las cosas pueden empeorar por las nuevas cepas
Varios activistas han denunciado que la discriminación contra los estadounidenses de origen asiático fue atizada por el discurso del exmandatario republicano Donald Trump, que se refirió al nuevo coronavirus como el “virus de China”.
Las motivaciones raciales detrás de ataques a veces son difíciles de establecer, pero los reportes señalan que estos crímenes de odio subieron de 49 a 122 el año pasado en 16 grandes ciudades estadounidenses, incluyendo Nueva York y Los Ángeles, pese a un descenso del crimen, según un estudio de la Universidad Estatal de California.
Para cerrar su exposición desde la Casa Blanca, Biden se congratuló de haber promulgado la “ley de rescate estadounidense” por 1,9 billones de dólares, que incluye ayudas directas mediante cheques de 1.400 dólares a familias golpeadas por la crisis. (EFE y AFP)
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