Gripe, neumonía y coronavirus, como administrar las distintas vacunas
Edición Impresa | 14 de Marzo de 2021 | 05:44

Si bien la circulación de virus respiratorios fue baja en el escenario del aislamiento por la pandemia de coronavirus, con la llegada de los próximos fríos no puede descartarse que, ante la liberación de las medidas, aumente esta circulación, produciendo una carga mayor de enfermedad. También, el año pasado la mortalidad atribuible a neumonías aumentó significativamente por la pandemia, lo que lleva a extremar los cuidados para evitarlas. En este marco, ¿que hacer entonces con las vacunas para protegerse de gripe y neumonías teniendo en cuenta que también se está vacunando para evitar al coronavirus?
Profesionales de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, señalan que “en este año tan particular, es prioritario que las personas con enfermedades respiratorias reciban la vacunación contra COVID-19 sin descuidar las vacunaciones tradicionales de invierno. Si bien no existen hasta el momento reportes de reacciones adversas graves por la administración conjunta de las vacunas, se sugiere espaciar las vacunaciones para vigilar los efectos adversos. Dicho distanciamiento tiene que ver con el mecanismo de aprobación de las vacunas que exige este tipo de monitoreo”.
Así, los médicos sugieren a aquellas personas que ya tengan notificación de la fecha de vacunación de COVID, diferir la vacunación antineumocóccica y/o antigripal y priorizar la del COVID-19; en caso de haber recibido la primera dosis contra COVID-19 esperar a recibir la segunda dosis, y luego esperar 15 días para la vacunación antigripal y/o antineumocóccica, que pueden darse juntas. Y en caso de ya haber recibido el esquema completo para COVID, esperar 14 días para la vacunación antigripal y/o antineumocóccica.
“Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria creemos útil unificar los criterios que pueden ser divergentes, e intentar acortar los tiempos entre vacunaciones, por lo que sugerimos en todos los casos transmitirles a los pacientes que es prioritario vacunarse contra COVID-19, pero que si están en lista de espera sin fecha definida para la vacuna contra el COVID-19, reciban la vacunación antineumocóccica y/o antigripal. Y para quienes ya recibieron la vacuna antigripal y ahora reciben la notificación para vacunarse para COVID-19, diferir esta vacunación para dejar un espacio de 14 días entre vacunaciones siempre que sea posible. En caso contrario, proceder con ambas vacunaciones”.
Asimismo, la entidad destacó que “la Sección Científica de Infecciones Respiratorias de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria preparó estas orientaciones para el personal de salud que atiende personas con enfermedades respiratorias, acerca de la vacunación antigripal y antineumocócica en contexto de vacunación contra COVID-19, basándose en el Manual del Vacunador Sputnik V del Ministerio de Salud (versión del 10/02/2021) y de las recomendaciones del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de EE UU, orientaciones que son indicativas, respetándose siempre el criterio del personal de salud tratante y de las autoridades de cada jurisdicción”.
EL FRÍO Y LAS INFECCIONES RESPIRATORIAS
Durante la época más fría del año, suele ocurrir un incremento significativo de las infecciones del tracto respiratorio. El motivo es el aumento de la circulación viral, donde diminutos microorganismos se encuentran en condiciones excepcionales para su persistencia en suspensión en el aire y la transmisión por esa vía o por contacto a la vía respiratoria de otras personas.
El aparato respiratorio está expuesto a aproximadamente 10.000 litros por día de diferentes elementos en suspensión, incluyendo virus y otros microorganismos presentes en el aire que respiramos, pero las vías aéreas poseen poderosos mecanismos de vigilancia y protección que evitan que suframos muchas de esas infecciones.
Sin embargo, con la irrupción del coronavirus y los cuidados que se tomaron para evitarlo, como el aislamiento y las medidas de higiene con alcohol en gel, distanciamiento, tapabocas, etc., muchas de esas infecciones disminuyeron.
El doctor Ariel Manti, especialista consultor en Neumonología y jefe de la sala de terapia intensiva del Hospital San Juan de Dios de nuestra ciudad, explica que “efectivamente, el año pasado muchas de estas infecciones, como la gripe, los rinovirus causantes de resfríos, o el virus sincicial respiratorio que provoca la bronquiolitis, disminuyeron significativamente, por los cuidados que tomó la población y por la prevalencia del coronavirus. Pero estos virus volverán a circular, especialmente en el próximo invierno, por lo que no hay que abandonar las vacunaciones respectivas, fundamentalmente las de la gripe que protegen contra la influenza A y B, y la que protege contra la bacteria del neumococo, causante de neumonías, que protege contra los serotipos más frecuentes. Lógicamente, en este marco de pandemia, se debe priorizar la vacunación contra el COVID- 19, pero sin descuidar a las restantes”.
Con respecto a la distancia de tiempo entre unas vacunas y otras, el doctor Manti señala que “la de la gripe y la antineumocóccica se pueden aplicar juntas y en el mismo día sin ningún problema, una en cada brazo. Pero como las vacunas contra el COVID son muy recientes, no hay todavía estudios que refieran a la co-vacunación, por lo que se recomienda una ventana de separación de 14 días para evitar cualquier posible reacción adversa”.
“En definitiva -concluyó el neumonólogo platense- lo que se recomienda es que se vacune la mayor cantidad de población posible, y muy especialmente los grupos de riesgo, teniendo siempre prioridad la del COVID, ya que el coronavirus es actualmente el de mayor circulación”.
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